El accidente del pasado lunes de una avioneta cuando aterrizaba en el aeroclub del Grau de Castelló ha reabierto el debate sobre el emplazamiento de las instalaciones, dada su proximidad a zonas residenciales. Los vecinos insisten en el peligro que supone un campo de vuelo tan cercano a núcleos habitados.

El siniestro se produjo cuando una avioneta dedicada a tareas de fumigación se salió de la pista al fallarle los frenos y fue a parar a la avenida Ferrnadis Salvador, donde se estrelló contra una rotonda. El piloto salió ileso y no hubo víctimas, pese a que el aparato invadió un vial por donde circulan vehículos.

No es la primera vez que se ha registrado un accidente de este tipo. En octubre de 2006, un avión Dromader de extinción de incendios que había despegado del aeroclub se estrelló en el jardín de un chalet del Grau. El piloto falleció y no hubo más víctimas porque en el momento del suceso no había personas en la urbanización.

Los vecinos del Grau han vuelto a manifestar su preocupación por los riesgos que, a su juicio, supone una instalación de este tipo. "Ya nos hemos pronunciado en varias ocasiones advirtiendo de que el aeroclub es un peligro. Siempre hemos estado en contra de que aviones vuelen cerca de zonas urbanas, aunque esté permitido por ley", asegura el presidente de la asociación de vecinos El Pinar, Clemente Miró.

El responsable del colectivo incidió en las consecuencias que podría haber tenido el accidente del lunes "si en el momento hubiera pasado un autobús" y hubiera colisionado con la avioneta. Clemente Miró insistió en que la solución pasa "por que el aeroclub se vaya al aeropuerto" de Vilanova d'Alcolea o a otra ubicación más alejada de núcleos urbanos.

Desde el Aeroclub de Castelló eludieron pronunciarse sobre la idoneidad del emplazamiento. Fuentes próximas a la entidad deportiva recalcaron que la instalación cumple toda la normativa de seguridad e incidieron en que hay menos accidentes aéreos que de tráfico rodado, aunque admitieron que los primeros causan más alarma por su "espectacularidad".

El futuro del aeródromo en su actual emplazamiento está ligado al desarrollo del proyecto de la Ciudad de las Lenguas, previsto en los mismos terrenos. Cuando el complejo idiomático empiece a ejecutarse -no se prevé a corto plazo con la situación económica de la Generalitat-, el club deportivo deberá trasladarse a otro lugar. La crisis económica amenaza con suspender su construcción. Los responsables del Aeroclub rechazan mudarse al aeropuerto de Vilanova d'Alcolea por las restricciones que implicaría compartir espacio con los aviones comerciales. Barajan otras alternativas, aunque insisten en que la mejor opción es seguir donde están emplazados.

La normativa de seguridad aérea establece que los aviones no pueden bajar de mil pies (300 metros) cuando sobrevuelan núcleos urbanos, altura que se reduce a la mitad cuando se trata de zonas deshabitadas. Sin embargo, en el aeroclub no se puede aplicar estos baremos porque se producen operaciones de despegue y aterrizaje.

Responsables del gobierno local eludieron por su parte hacer declaraciones al respecto.