En las comarcas del norte de Castelló y sur de Tarragona se registran al año unos 200 movimientos sísmicos de baja intensidad y el detectado el domingo 8 de abril es uno de ellos. Desde el Observatori de l'Ebre la encargada de la sección de sismología, Estefanía Blanch, explicó que al año su estación detecta miles de terremotos en el área del Mediterráneo, de los que más de 200 tienen su epicentro en las inmediaciones del norte de Castelló y sur de Tarragona, o incluso dentro de las mismas.

Blanch explicó que son terremotos "de baja magnitud", los más fuertes se sitúan entre los 3,5 y 4 grados en la escala Richter, el del pasado 8 de abril fue de 3,1. La gran mayoría de estos seísmos se sitúan por debajo de esa escala. La sismóloga afirmó que ese movimiento "es un terremoto de una magnitud de los que se suelen producir en el Mediterráneo, es uno de los que detectamos cada día desde el observatorio, y éste de 3,1 al estar cerca lo detectamos". Destacó que "ese terremoto es muy habitual, hay terremotos más pequeños e incluso de mayor magnitud y es uno más de los que detectamos en la zona".

Este observatorio cuenta con varios sismógrafos, uno en Roquetes, donde se encuentra emplazado el observatorio, en Horta de Sant Joan y uno submarino en la plataforma de extracción de petróleo Casablanca, situada frente el delta del Ebro. A éstos se sumaron hace 2 años otros 2 dentro de un convenio suscrito con Escal UGS, la promotora del proyecto Castor, que se instalaron en Alcalà de Xivert y Alcanar.

Sin variaciones

Blanch también ha informado que no se ha producido ninguna variación en cuanto a la detección de movimientos sísmicos antes y después de la construcción de la plataforma marina del proyecto Castor, "desde este observatorio monitorizamos esta zona y no se ha visto ninguna diferencia, todo sigue normal, no se ha visto ninguna diferencia de nada".

Por otro lado, ese terremoto pasó inadvertido para los vecinos de la comarca, que no notaron el movimiento que se produjo mar adentro, y que se enteraron tras la información dada a conocer por la diputada de Iniciativa Mònica Oltra dentro de la cruzada de esta coalición contra el proyecto Castor.

Desde Escal UGS se informó, tal como publicó ayer este diario, que el terremoto no se notó en la plataforma marina y que en el depósito geológico del fondo marino aún no se ha inyectado gas. El almacén submarino de gas natural aprovechará un antiguo yacimiento petrolífero, que empezó a explotarse en la década de los años setenta, ocupando el gas el espacio dejado por el crudo.

Actualmente se está en fase de pruebas, con inyección de gas, en lo que es la plataforma terrestre, construida en el término municipal de Vinaròs, junto a la carretera autonómica, CV-11.