La empresa Energías Renovables Mediterráneas SL (Renomar) tendrá que pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles de 2010 por los parques eólicos instalados en el término de Morella, más de 200.000 euros. Así se desprende de la resolución del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que ha desestimado el recurso de apelación de la empresa contra el Ayuntamiento de Morella que demandaba el pago de este impuesto.

El fallo es uno más de la larga lista de resoluciones favorables a los intereses de los municipios de Els Ports que albergan en sus términos algún parque eólico. La empresa se negó desde 2009 a efectuar estos pagos y, desde entonces y con el apoyo de los servicios jurídicos de la diputación provincial, los municipios han tenido que pleitear para cobrar el IBI de los parques eólicos. La ley catastral reconoce estas instalaciones como bienes inmuebles de características especiales sujetas al pago del impuesto como cualquier otro bien.

La puerta a cobrar por las instalaciones eólicas la abrió la Federación Gallega de Municipios y Provincias con un contencioso. El Tribunal Supremo les dio la razón y, desde entonces, los municipios de Els Ports (con Morella a la cabeza) decidieron seguir la misma senda para cobrar "lo suyo".

El primer teniente de alcalde morellano, Rhamsés Ripollés, aseguró ayer a través de un comunicado, que los pleitos han sido necesarios ya que la mercantil "ha mantenido esta actitud porque la Generalitat Valenciana siempre se ha situado al lado de la empresa, sin considerar a los municipios de la comarca".

Junto a Morella, tuvieron que recurrir a los tribunales las poblaciones de Vilafranca, Forcall, Ares, la Todolella, Olocau o Portell entre otros. La mayoría han conseguido ya cobrar las cuotas de 2009 y en ayuntamientos como el de Ares, Forcall, la Todolella o Vilafranca aún esperan la resolución judicial para ingresar el impuesto del ejercicio de 2010 que esperan sea positiva, al igual que en Morella.

Después de recurrir el pago de dos anualidades, Renomar optó en 2011 por abonar el impuesto en cada ayuntamiento, sin recurrir su pago.

En la mayoría de los casos, los ingresos por el impuesto de los parques eólicos supone una importante inyección económica en unos municipios con presupuestos muy cortos. En la Todolella, por ejemplo, el IBI de Renomar supone 103.000 euros cuando el presupuesto global es de 600.000 euros.