La falta de inversores ha dejado en punto muerto la entrada en funcionamiento del aeropuerto de Castelló. Tras unas semanas con declaraciones confusas y contradictorias , la Generalitat admite ahora que no hay compradores y ha aplazado por ello sine die su apertura. El presidente del Consell, Alberto Fabra, subrayó ayer que si no hay "un nivel de vuelos aceptable vamos a tardar en ponerlo en marcha".

El aeropuerto, que fue inaugurado en marzo de 2011 sin aviones operando, se encuentra en una especie de estado de hibernación. El Gobierno valenciano ha fracasado en su primera búsqueda de nuevos gestores privados tras la abrupta salida a primeros de año de la anterior concesionaria. La primera opción de las autoridades autonómicas pasaba por volver a externalizar la gestión, incluso se apuntó la posibilidad de que el ente estatal de Aena se hiciera cargo de la infraestructura. Sin embargo, el Consell se ha dado de bruces con la crisis económica y ningún inversor ha preguntado por el proyecto.

Así lo admitió el lunes el presidente de Aerocas, Carlos Fabra, y ayer lo confirmó la propia consellera de Turismo, Lola Johnson, en un acto en la capital de la Plana. Preguntada por una posible venta del aeropuerto, dijo que "no es una opción que se ha planteado" y reiteró que no hay compradores y que Aerocas asumirá en principio la gestión del recinto, unas declaraciones que contradicen la posición que ha mantenido hasta el día de ayer, en la que había defendido la contratación de un nuevo gestor. "Lo cual no descarta que, si en algún momento aparecen oportunidades, se puedan valorar", puntualizó. Asimismo, Johnson apuntó que a su vez podrían privatizarse algunos de los servicios existentes.

Y la gestión no es el único problema del aeropuerto. El ejecutivo valenciano todavía no ha culminado el expediente de seguridad y sigue en negociaciones con la exconcesionaria, cuya salida supondrá un importante desembolso a las arcas autonómicas. Asimismo, subsana el error de la pista de giro. En estas condiciones, el Consell ha optado por aplazar la apertura a un fecha por determinar y por congelar de forma provisional algunos contratos, como los de controladores, seguridad y halcones, que serán revisados a la baja (entre un 20 y un 40%).

Plan de viabilidad

Por su parte, Alberto Fabra reiteró ayer que se encomendará un nuevo plan de viabilidad que defina otra vez el aeropuerto de Castelló. "Estamos mirando todas las certificaciones que son exigibles y a partir de ahí hacer un plan de viabilidad que permita dar contenido y que haya un nivel de vuelos aceptables", subrayó el presidente valenciano.