La Consellera de Educación, María José Català, reiteró ayer que no rectificará pese a la petición unánime de las cinco universidades públicas valencianas -respaldada por toda la Conferencia de Rectores de España (CRUE)- y mantendrá un aumento de tasas universitarias que obligará a los estudiantes a pagar entre un 33 y un 700% más por cada curso.

Esta fue la postura inamovible que hizo pública la consellera en Castelló antes de una reunión con el secretario general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Antonio Clemente, y los distintos concejales y responsables de educación del PP en la provincia de Castelló.

El objetivo del encuentro era explicar a los militantes populares las medidas que se están adoptando en el área de educación.

Català respondió a las preguntas de la prensa acompañada por el presidente provincial del PP, Carlos Fabra, que observaba de cerca las respuestas de la consellera ante las críticas de la práctica totalidad del mundo académico y estudiantil (los rectores de las 76 universidades españolas, estudiantes, profesores y sindicatos).

El guión de Català no varió un ápice las llamadas al trabajo conjunto y la promesas de diálogo no hacían más que endulzar una postura contundente: no habrá negociación para rectificar el aumento de tasas universitarias. Esta es la única premisa a partir de la cual la Generalitat parece estar dispuesta a dialogar. En el caso de los estudiantes, la conselleria sólo dejará a los alumnos que sugieran criterios para distribuir las becas, un retal que tanto alumnos como profesores consideran insuficiente. En lo relativo a los rectores de las universidades públicas, Català aseguró estar dispuesta a "sentarse a trabajar con los rectores para tratar nuestro verdadero caballo de batalla, que es la reestructuración y creación de un nuevo mapa de titulaciones para eliminar las actuales duplicidades, porque hay que hacer un sistema sostenible".

Respecto al riesgo de desaparición del 80% de los másteres universitarios de la UJI o de la pérdida de 3.000 estudiantes en un sólo año, la consellera se limitó a repetir un discurso genérico que no respondió a ninguna de las críticas concretas de los rectores: "El decreto permite una horquilla de aumento de entre el 20 y el 25% del coste real de los grados y de hasta el 40% en los másteres, y en ambos casos nos vamos a quedar en el término medio. Y cualquier familia valenciana va a poder tener acceso a formación universitaria gracias a un programa de becas. La verdad es que es un momento difícil y a nadie nos gusta tomar estas medidas".

Por lo pronto, no existe fecha para una negociación con los rectores, que siguen sin disponer de datos oficiales sobre las medidas que la Generalitat anuncia en los medios de comunicación.