Un hombre ha aceptado este miércoles en el juzgado de lo Penal de Vinaròs pagar una multa de 1.200 euros por utilizar el parany para cazar una curruca capirotada, ejemplar de una especie protegida, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Las partes han llegado a un acuerdo después de que el acusado haya reconocido los hechos, lo que ha hecho que el fiscal haya rebajado la petición de pena inicial para el cazador de 8 meses de prisión y un año y seis meses de inhabilitación para la práctica de la caza.

En virtud del acuerdo, el juez ha dictado una sentencia de conformidad por la que condena al cazador por un delito del artículo 336 del Código Penal a 8 meses de multa -5 euros diarios- y a un año de inhabilitación para la práctica de la caza.

El artículo 336 indica que "el que, sin estar legalmente autorizado, emplee para la caza o pesca veneno, medios explosivos u otros instrumentos o artes de similar eficacia destructiva o no selectiva para la fauna será castigado con la pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses y, en cualquier caso, la de inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar o pescar por tiempo de uno a tres años". El texto añade que "si el daño causado fuera de notoria importancia, se impondrá la pena de prisión antes mencionada en su mitad superior".

Esta sentencia se una a otra similar conocida hace unas semanas cuando un hombre también aceptó pagar una multa de 1.800 euros y la inhabilitación especial del derecho de caza durante dos años por cazar en un parany. La sentencia recordaba que la Guardia Civil le intervino una bolsa con 56 zorzales, un mirlo común, 11 petirrojos, siete currucas capirotadas, tres carriceros y un mirlo capiblanco.