Los vecinos de Vallibona, en la provincia de Castelló, y los de la localidad de Penya Roja de Tastavins, en la de Teruel, empezaron ayer a recorrer el camino que separa ambas localidades. Un camino que, como marca la tradición, une ambas localidades cada siete años. Fue la romería Vallibona-Pena Roja Pobles Germans.

La peregrinación se remonta al siglo XIV, cuando tras una peste en Vallibona no había suficientes mujeres para que pudiesen casarse con los hombres del pueblo.

Por ello, una expedición de Vallibona salió en busca de chicas que se pudiesen casarse con los solteros de la localidad castellonense. Así fue como llegaron hasta Penya Roja de Tastavins tras haber recorrido más de treinta kilómetros.

Allí se obró el "milagro" y desde entonces una peregrinación recuerda la efeméride. Cuenta la tradición que una anciana llamada Petronila acogió en su casa a siete chicas huérfanas que luego se casaron con los hombres llegados de Vallibona. De este modo se garantizó que el núcleo urbano de la Vallibona tuviera suficientes vecinos tras la dura epidemia de peste.

Tradición

A las 7.30 horas de la mañana del sábado los vecinos de Vallibona junto a centenares de caminantes salieron desde la iglesia de la localidad para emprender el camino hacia el municipio turolense. Llegaron a Penya Roja hacia las 17.30 horas.

Allí se cumplía la promesa y la comitiva se dirigía hacia la Mare de Déu de la Font. En el encuentro es costumbre que los alcaldes de ambas poblaciones se intercambien las varas de mando.

Por la noche, en la localidad turolense, se representó la obra "Vallibona-Penya Roja Pobles Germans", original de Desideri Lombarte. Como es costumbre la comida se desarrolló en Coratxar. Hoy domingo los peregrinos regresarán por Herbers. Con la llegada a Vallibona por la tarde se habrá cumplido un ritual que se repite cada siete años.

Para organizar el recorrido ambos ayuntamientos han trabajado de manera conjunta para hacer posible las comidas y las cenas.

Participación

En Penya Roja los caminantes tuvieron una atención especial. El campo de fútbol se habilitó como zona de acampada. Además los museos de la localidad del Matarranya abrieron en horarios especiales. Además de los vecinos descendientes de Vallibona y Penya Roja son muchos los caminantes que realizan el recorrido a modo de excursión. Desde la organización se les pidió que se guardara la solemnidad de la peregrinación.

Durante el recorrido se fueron realizando paradas para que los caminantes pudiesen descansar y reponer fuerzas. Y es que el camino está repleto de constantes subidas y bajadas.

La peregrinación parte de una altura de poco más de 700 metros sobre el nivel del mar cuando se inicia el recorrido y la ruta llega hasta los más de 1.200 a su paso por Coratxar, para luego volver a descender hacia la comarca del Matarraña.