El aeropuerto de Castelló ha tenido que acometer una nueva reforma para subsanar otro fallo de construcción. En los últimos días se han cambiado las puertas de la terminal de carga porque eran demasiado estrechas para que operen con normalidad los aviones de mercancías.

Como recogió ayer este diario, las gestiones del presidente de Aerocas, Carlos Fabra, con una empresa de transporte aéreo se han encontrado con el problema de que el acceso de la central de carga no cumple las medidas necesarias para mover con fluidez los palés de mercancías.

Según ha podido saber este diario, la anomalía se detectó hace tiempo y se incluyó en la relación de subsanaciones que tenía que ejecutar la concesionaria, al igual que la ampliación de la plataforma de giro de los aviones, que incumplía las medidas de seguridad aérea. En los últimos días, se ha procedido a cambiar las puertas de la terminal de mercancías, que eran angostas. De las ocho puertas que había se ha pasado a la mitad, ya que cuatro de ellas se han unido para crear dos accesos anchos. Fuentes consultadas aseguraron que la actuación no ha sido compleja porque la estructura de la nave es metálica y es sencillo cortar la plancha para encajar la nueva puerta.

Las mismas fuentes señalaron que la reforma de la terminal de carga se acaba de ejecutar, con lo que los aviones de mercancías podrían operar con normalidad. El aeropuerto ya tuvo que rehacer la plataforma de giro de la pista porque las dimensiones eran insuficientes para el viraje de aviones de gran tamaño. En los dos casos, ha sido la concesionaria la que ha asumido la corrección, ya que es la adjudicataria de la construcción del aeropuerto.

El presidente de Aerocas, Carlos Fabra, reiteró anteayer que mantiene negociaciones con una compañía de transporte aéreo que podría operar en Castelló con mil aviones al año, lo que saldría a una media de tres al día. Sin embargo, la incertidumbre sobre los plazos de puesta en marcha de a infraestructura dificulta cerrar acuerdos con aerolíneas, que piden fechas concretas.Es lo que también ocurre con las compañías de transporte de pasajeros, con las que no se han cerrado acuerdos en firme.