La Concejalía de Sostenibilidad se está estrujando la cabeza para regularizar el consumo de alcohol en las calles de las tascas, cuya continuidad está amenazada por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Ahora baraja permitir la colocación en su exterior de unas especies de veladores (mesas de pequeño tamaño) para que la gente pueda seguir ingiriendo.

Se tratarían de unas mesas en alto de 25 por 25 centímetros de tamaño que se ubicarían, sin sillas, junto a las puertas de los establecimientos de las tascas, según informaron propietarios de la zona. El ejecutivo local todavía no ha tomado una decisión y analiza si estas mesas se adecuarían a la nueva ordenanza de ocupación de vía pública. Esta norma está en fase de redacción y aún podría ser modificada, pero su borrador inicial posibilita la instalación de terrazas en aquellas aceras de más de 2 metros de ancho (deberán dejar este espacio para el paso de peatones).

Tanto en Isaac Peral como en Barracas las terrazas deberían ir pegadas a los establecimientos. En el primer caso porque han dejar el paso libre para el acceso a un parking, y en el segundo por su reducida extensión.

Es una nueva alternativa para que las tascas continúen con su modelo singular. La inclusión de su excepcionalidad en la ordenanza de convivencia ha sido rechazada por el TSJ, que en cinco meses ha anulado dos veces el artículo de las tascas. En la última ha tirado atrás la modificación de la ordenanza que el ayuntamiento pensaba que le pedía que hiciera. Por su parte, tampoco ha surtido efecto la declaración de Zona Acústicamente Saturada.

De esta manera, las opciones del ayuntamiento para dar cobertura legal a las tascas son contadas. El recurso de casación ante el Tribunal Supremo probablemente no prosperará. Puede intentar reforzar la figura de Interés Gastronómico-Turístico que impulsó hace dos años. Esta iniciativa sirve en la calle Laurel de Logroño, pero en el caso de Castelló no hay garantías de que el TSJ considere que con esta singularidad se cumple con la Ley de Drogodependencia Valenciana.

El último cartucho podría venir de la mano de las terrazas, a través de las cuales podría seguir la gente bebiendo en las tascas hasta las 23.00 horas.