La Universitat Jaume I de Castelló confirmó ayer que intentará suavizar el aumento de tasas con el único margen de decisión que la Generalitat ha dejado a los rectores y aplicará a los estudiantes no comunitarios el mismo precio que a los españoles y europeos. Esta medida impedirá que el coste para los extranjeros se dispare en un 700% y evitará un éxodo masivo de alumnos internacionales; un hecho que habría dañado gravemente la estrategia de internacionalización de la UJI.

Es la única concesión que la Generalitat Valenciana dio a los rectores en el Consejo Valenciano de Universidades celebrado el pasado lunes, en el cual aprobó el borrador con el incremento de tasas (de entre un 33 y un 700%) e informó a los rectores de que no aceptará sus reiteradas peticiones para que no se incrementen los precios para estudiar en la universidad pública.

Los precios de primera matrícula de las titulaciones de grado se elevarán en un 33% y los de máster lo harán al menos en un 66%, aunque en este caso la Generalitat ha decidido aplicar una tasa unitaria de 2.500 euros por curso de 60 créditos para todos los programas, independientemente del coste real de los estudios.

La tasa unitaria para los másters es el segundo matiz que ha introducido el Consell (PP) a una subida de tasas que era una crónica anunciada pese a la oposición de las propias universidades, profesorado, sindicatos y estudiantes.

La tasa unitaria perjudica a los alumnos de ciertos másters cuyo coste era más económico (algunos incluso con costes de 870 euros por curso de 60 créditos). No obstante, la unificación también reparte la carga de la subida de tasas y evita subidas que en determinados másters habría elevado el coste hasta cifras de más de 5.000 euros por curso. De uno u otro modo, el coste de los másters más económicos pasará de 870 a 2.500 euros (un 187% más).

La unificación de tasas salva un panorama en el que se esperaba que más del 50% de másters sufrieran problemas de continuidad ante el descenso de matrículas. Pese a ello, los másters menos costosos podrían convertirse ahora en los más vulnerables y todavía es incierto si la pérdida de alumnado llevará a muchos de ellos a una paulatina desaparición del mapa de titulaciones.

Aumento de tasas y caída de alumnado, un círculo vicioso

La pequeña concesión del PP respecto a los extranjeros no comunitarios no evita el profundo malestar de la comunidad universitaria y el desacuerdo del rectorado de la Universitat Jaume I.

De hecho, la UJI ya había advertido al Gobierno que el pretendido aumento de ingresos de la Generalitat es irreal porque habrá un abandono de alumnos debido a las tasas. Además, la Jaume I aduce que el modelo de aumento de tasas del PP, basado en el supuesto porcentaje del coste real del curso por alumno (20 y 40%), implicará que cada año tengan que aumentarse las tasas para reequilibrar la pérdida de estudiantes, dado que a menor número de matriculados sería mayor el coste por alumno. La amenaza de este circulo vicioso hace temer en el seno de la UJI que el Gobierno abra la puerta de un proceso de desaparición de la universidad pública y de cesión del futuro educativo a la empresa privada.

El Consell Govern de la UJI ya había manifestado por unanimidad que se opone al decreto del ministro José Ignacio Wert "tanto por lo que respecta a la forma como al fondo" y advierte que el decreto-ley "atenta gravemente contra el modelo de universidad pública y el principio de igualdad de oportunidades previsto en la exposición de motivos de la Ley Orgánica de universidades". Según datos internos de la UJI, el aumento de tasas podría llevar a una pérdida de 3.000 alumnos sólo durante el próximo curso 2012-2013.