La "ley seca" en las calles de las tascas de Castelló parece que llegará su fin esta semana tras postergarse la autorización municipal. El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, avanzó ayer que la prohibición podría dejar de estar en vigor este viernes con la colocación de veladores en el exterior de los ocho locales.

La instalación de estas mesas en alto es la opción que baraja el ayuntamiento para dar cobertura legal al consumo de alcohol en las tascas y sortear la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que impide consumir en las calles de este punto. El ejecutivo local pretendía inicialmente aprobar el montaje de los voladores en la junta de gobierno del viernes pasado. Al final, se vio obligado a aplazar la autorización al faltar uno de los cuatro informes que han de acompañar al expediente.

Romero dio ayer una rueda de prensa para presentar unas jornadas sobre voluntariado ambiental y, preguntado por los medios de comunicación, apuntó que está previsto que este documento esté listo esta semana y que las tasas "recuperen su normalidad" el viernes. El regidor de Sostenibilidad confió en que esta alternativa garantice de forma definitiva la continuidad de la excepcionalidad de las tascas (posibilidad de ingerir alcohol en el exterior).

Todas las medidas que ha emprendido el consistorio en los últimos años se no han surtido efecto y no han podido por ahora proteger el modelo tradicional de las tascas. El TSJ ha dejado sin efecto el artículo de la ordenanza de convivencia que regulariza el consumo de bebidas alcohólicas al considerar que contraviene la Ley Valenciana de Drogodependencia. Tampoco han reforzado a esta zona las declaraciones de Zona Acústicamente Saturada y de espacio urbano de Interés Gastronómico y Turístico.

Así que el velador se presenta como una de las escasas posibilidades que tienen el ayuntamiento y los propietarios. Se tratan de pequeñas mesas auxiliares sin sillas que están reguladas en la ordenanza de ocupación de vía pública y que en principio se quedan a salvo de la prohibición de beber en la calle que fija la norma autonómica. Asimismo y a diferencia de las terrazas, carecen de un aforo limitado, con lo que las tascas pueden hacer uso de los veladores para justificar la concentración de centenares de personas en el lugar.

Al mismo tiempo, el ayuntamiento recurrirá la resolución del TSJ al Tribunal Supremo. Por su parte, Sense Soroll medita pleitear contra los veladores.