La Junta de Personal del Consorcio Provincial de Bomberos de Castelló denunció ayer que durante el fuego del Alto Palancia y de Andilla sólo se movilizó a 12 de los 250 bomberos profesionales de la plantilla y que la diputación optó por ahorrar dinero recurriendo a voluntarios.

A la luz de estos datos, todos los sindicatos representados en la junta de personal del consorcio (CCOO, SPPLB, CSIF, STAV y UGT) se reunieron ayer en asamblea para exigir por unanimidad la dimisión del diputado de Bomberos, Luis Rubio, a quien se responsabiliza de "poner en riesgo" el entorno natural y a los propios ciudadanos afectados.

Según los representantes sindicales, la diputación "utilizó en su mayoría bomberos voluntarios que no conocían la zona afectada, siendo que el diputado tenía a su disposición bomberos profesionales del parque de Segorbe, todos ellos conocedores de la zona perfectamente".

Además, los agentes castellonenses lamentaron la contradicción de que se llamara a trabajar a 13 mandos castellonenses y únicamente a 12 bomberos. "¿Cómo explica el señor diputado que únicamente hubiese trabajando en el incendio 12 Bomberos y 13 Mandos?¿A quién iban a mandar, cada mando a un bombero? Es vergonzoso".

Los portavoces de los bomberos también subrayaron que, vista la intención de ahorrar el coste de sus horas de trabajo, los profesionales contactaron con el diputado para ofrecerse a trabajar sin cobrar las horas. "Vimos que querían ahorrar dinero, pero nosotros nos ofrecimos a ir sin cobrar porque lo que no podíamos hacer era quedarnos en casa; dejándolo en manos de voluntarios sin la necesaria experiencia y preparación; y viendo que luego vinieron compañeros profesionales de otras provincias. Y el diputado se negó a aceptar nuestro ofrecimiento".

Según la Junta de Personal del Consorcio de Bomberos, la supuesta negativa de la diputación llevó a que sólo se llamara a 4 bomberos de los 50 de Benicarló, 2 de los 35 de Orpesa y 2 de los 50 de Nules. Pese a ello, las mismas fuentes precisaron que no fueron pocos los bomberos fuera de servicio que se enfundaron el traje y, por su cuenta y riesgo, acudieron a extinguir llamas donde los medios no llegaban o donde los agentes estaban paralizados a la espera de órdenes que llegaban "muy tarde y con absoluta descoordinación". Este relato de bomberos indignados es sólo una más de las decenas de historias de héroes de lo cotidiano que decidieron intervenir con cualquier cosa que tuvieran a mano para paliar la ausencia de medios en el incendio del Palancia. Así, vecinos de Teresa relataban ayer que su alcalde, Ernesto Pérez, indignado por la falta de brigadas, reclutó a 20 habitantes del pueblo para detener el avance del fuego con tractores y pulverizadores.

No fueron los únicos. Un grupo de vecinos de Jérica también explicaba ayer que fueron varios los que se tomaron la extinción por su cuenta al ver que a determinadas zonas no llegaban agentes ni el sábado ni el domingo, a pesar de que el monte estaba ardiendo.

La indignación vecinal va en aumento en los pueblos afectados del Palancia (Jérica, Altura, Bejís, Teresa y Sacañet) y la Junta de Personal del Consorcio avala las críticas de las brigadas forestales, que denuncian que la primera respuesta al fuego se retrasó debido al recorte del 80% de los agentes de refuerzo estival y el cierre de las bases más cercanas al siniestro (Bejís, El Toro y Altura, que no abría hasta el 1 de julio). Además, los recortes han dejado sin parque otros puntos críticos como Onda, Llucena, Cabanes, Atzeneta, Vilafranca o Xert. En total, ocho bases han sido suprimidas tanto brigadas como bomberos temen que haya más consecuencias.