Los farmacéuticos castellonenses acordaron ayer –en una asamblea extraordinaria urgente que se celebró a las 17:00 horas en el Colegio de Farmacéuticos– aceptar la reciente propuesta de la ministra, Ana Mato, de pagar las dos primeras facturas que se adeudan (240 millones de febrero y marzo en toda la Comunitat Valenciana) y aplazar la huelga indefinida anunciada para mañana. De esta manera, Castelló se une a Valencia y Alicante cuyos colegios ya tomaron esta misma decisión el viernes en sus respectivas asambleas. Según explicó ayer el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Castelló, Jesús Bellver, «si en el plazo de 15 días no se ha efectuado el pago y, además, se aporta un calendario de cobro, la huelga empezará el lunes 23 de julio», al igual que en el resto de la Comunitat.

Cabe recordar que la Generalitat Valenciana adeuda a las farmacias de Castelló 70 millones de euros correspondientes a las facturas de febrero, marzo, abril y mayo, a las que se suma ya la de junio (15 millones más) y en breve se sumará la de julio (otros 15 millones de euros). El gobierno valenciano pagó los medicamentos del mes de enero pero no ha seguido cumpliendo el calendario de pagos que exigieron los farmacéuticos por lo que desde el colegio se anunció una huelga indefinida, ahora aplazada ante el anuncio de la ministra de pagar.

El margen son 15 días, los necesarios, según Mato, para que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prepare un documento administrativo con el que proveer la cantidad necesaria para poner en marcha el rescate y pagar la factura adeuda por el gobierno de Alberto Fabra que asciende a 480 millones en toda la Comunitat. A la espera de si el Gobierno central cumple o no, las farmacias de Castelló siguen con su pelea de poder suministrar los medicamentos a los pacientes, una tarea que cada vez es más complicada.

Tanto es así que el desabastecimiento ya es una realidad. Se ha convertido en habitual que algunos medicamentos ya no se encuentren en ciertas farmacias y el paciente tenga que ir a otros despachos para poder conseguirlo. Esta situación se agrava, aún más, con los medicamentos más caros que los farmacéuticos ya solo adquieren bajo pedido. Además, se está echando mano de las reservas que, a su vez, no se pueden reponer por lo que el margen de disponibilidad de los fármacos se reduce cada vez más. La situación ha llegado a límites tan extremos que en Castelló ya se ha intervenido judicialmente una farmacia y varios proveedores han reconocido que ya no suministran medicamentos. El Colegio de Farmacéuticos de Castelló espera que la situación se solucione cuanto antes porque está llegando a parámetros «insostenibles». Por último, cabe señalar que la propuesta de aplazar la huelga salió adelante con 146 votos a favor, 4 en contra y 4 abstenciones, según los datos facilitados por el colegio de Castelló.