El Consell saldó ayer con las farmacias de Castelló la deuda del mes de febrero. Sin embargo, estos primeros pagos no han logrado aliviar la maltrecha situación de las 300 boticas de la provincia. La Generalitat todavía suma en la provincia 80 millones de euros en impagos. "La situación es la misma, con este pago se ha logrado que no se agrave más", apuntó el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Castelló, Jesús Bellver.

Los problemas económicos en las farmacias prosiguen a pesar del acuerdo alcanzado entre la Generalitat y los colegios de farmacéuticos, que establece un calendario de pago escalonado. El Consell aportó ayer 8 millones de febrero (el 60% que tenía pendiente del mes) a las farmacias de Castelló. "Ha pagado un mes pero ha vencido otro (julio), recordó Bellver. Los 300 establecimientos de la provincia tienen serios problemas para mantener sus plantillas y hacer frente a sus proveedores. De esta manera, la mayoría de los mismos tomarán o alargarán vacaciones este agosto para "no perder más dinero", apuntó Bellver. Lo harán por turnos para garantizar la apertura del mínimo de un tercio que exige la ley. Algunas harán vacaciones por primera vez y otras ampliarán de 15 a un mes su paro provisional. "Yo voy a cerrar este agosto por primera vez en 24 años. Prefiero no ganar que perder dinero", resaltó Mario Molina, portavoz de la asociación de Farmacias Unidas de Castelló.

También se han producido despidos de personal y el colegio de Castelló tiene constancia de la existencia de expedientes de regulación de empleo en al menos diez farmacias de la provincia.

El Consell tiene pendiente abonar los medicamentos dispensados en marzo, abril, mayo y junio. Son 600 millones en toda la Comunitat Valenciana, de los que 80 corresponden a Castelló. A finales de julio, el Gobierno, la Conselleria de Sanidad y los Colegios Farmacéuticos valencianos pactaron un plano de pago. Contemplaba pagar en julio la mensualidad de febrero; en agosto, la factura de marzo y media de abril; en septiembre, el resto de abril y la totalidad de mayo; en octubre, junio y la mitad de julio; en noviembre, la mitad de julio y la totalidad de agosto; y así hasta saldar la deuda.

La cuestión es que en noviembre el Consell, si no mejora el estado de su arcas, podría deber desde septiembre a noviembre. Los colegios han suspendido la convocatoria de posibles huelgas y confían en que el Ejecutivo valenciano cumpla con su compromiso.

La Generalitat ha iniciado su hoja de ruta con retraso, dado que la deuda de febrero la ha saldado en agosto y no julio.