La reducción que han experimentado las ventas en las casetas de artesanía que cada año se instalan junto a las playas de Benicàssim y la voluntad del consistorio de sacar a licitación de las paradas han generado este año especial incertidumbre entre los vendedores ambulantes.

Los artesanos que se instalan en la zona del Torreón, que llevan ofreciendo sus servicios desde hace 22 años, no quieren que se saque a licitación su mercadillo. "Tenemos miedo de que sigan adelante con eso porque muchos de nosotros no podemos pagar tanto dinero por una caseta. Si lo sacan a licitación estamos muertos", indicaron algunos de los afectados. Cabe recordar que durante el pleno ordinario del pasado mes de julio la alcaldesa, Susana Marqués, informó de que el consistorio tiene la intención de sacar un pliego de condiciones para el mercadillo "para conseguir unificar todas las casetas". Para los empresarios, ello supondría convertir el mercado en "una feria en beneficio exclusivo del ayuntamiento y del empresario al que se le adjudique".

Marqués también avanzó que se está estudiando la posibilidad de cambiar la ubicación de los puestos ante las quejas recibidas por los vecinos de los bloques de apartamentos colindantes.

Deficiencias

Y es que desde que se inauguró el nuevo paseo marítimo de la playa Torre Sant Vicent los artesanos han tenido que abandonar la plaza en la que cada año se instalaban "y sabemos que eso no ha sido beneficioso ni para los vecinos ni para nosotros mismos, porque antes estábamos en mejores condiciones", ratificaron desde la Asociación Artesano Cultural El Torreón, cuyos miembros también se quejan de la mala instalación eléctrica que tienen en la nueva zona. "Únicamente tenemos cuatro enchufes para veinticinco puestos", lamentaron. Asimismo, los artesanos, que no entienden por qué no pueden celebrar su mercadillo en la plaza renovada, también se quejan de que no pueden entrar sus vehículos hasta el paseo marítimo para montar y desmontar. "Cada día tenemos que arrastrar nuestros enseres desde la calle La Corte hasta aquí", denuncian.

Sin embargo, a pesar de las quejas, los artesanos reclaman que el mercadillo siga activo en los próximos años, tal y como está. Incluso aseguran estar dispuestos a realizar una renovación de las paradas. "Tenemos un proyecto propio para unificar las casetas y queremos que sea algo aceptado tanto por el ayuntamiento como por los propios artesanos", dicen.