Un aguacero acogió la salida de "Voluntario", el toro con que la peña San Fermín de Almassora debutó en 1994. Por entonces era difícil de imaginar que, 18 años más tarde, la noticia de la detención de uno de sus socios fundadores caería también como un jarro de agua fría sobre la localidad. Aunque ya ha pasado una semana de la desarticulación de la banda dedicada a atracar entidades bancarias, la implicación de dos aficionados taurinos en la organización criminal sigue estando en boca de todos.

La operación "Mascarada" supuso la detención de N.M. y J.M.E., de sus parejas sentimentales, y de un quinto implicado que, supuestamente, se dedicaba a falsificar las matrículas de los vehículos utilizados en los 11 asaltos que se les imputan, además de una tentativa de robo. Toda una sorpresa en el caso del primero que, allá por 2004, durante el décimo aniversario del ente, abogaba por la labor de servicio al pueblo de la peña en la que llegó a ejercer como presidente. Para celebrar los primeros diez años de andadura, el colectivo financió dos toros. "Nuestro objetivo es dar servicio a la fiesta y al pueblo", contó en el portal www.almassora.com.

Sus logros en la agrupación que honra al patrón de Pamplona le procuraron un hueco en la Junta Local de Fiestas como colaborador, cargo que compaginaba recientemente con su empleo como albañil y experto en pequeños trabajos de construcción. La sorpresa de los vecinos de Almassora que le conocían fue mayúscula cuando en plena crisis decidió cambiar su vehículo por uno de alta gama (poniéndolo a nombre de su madre), algo que también hizo el otro detenido en la localidad. Su afición a los coches llamativos queda patente con su última adquisición, si bien no es un conductor modélico, a juzgar por los 200 euros que la Diputación Provincial le reclamó en 2011 por una multa de 2010.

Cumplirá 38 años en la cárcel el mes que viene después de que el titular del juzgado de instrucción número 3 de Castelló decretara su ingreso provisional sin fianza, al igual que para el otro cabecilla de la trama, J.M.E., un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, al que su paso por prisión por un delito similar no le apartó de la delincuencia. Separado y con un hijo menor de edad, el detenido convivía con una mujer de nacionalidad paraguaya. En eso también coincidía con su compinche de atracos, además de pertenecer a familias conocidas en el municipio. Las dos mujeres, que fueron arrestadas en un primer momento, ya están en libertad aunque, como señalaron fuentes policiales, conocían la trama.

Paso por la cárcel

Además de la nacionalidad de las parejas y la pasión por los coches caros, J.M.E. coincidía con N.M. en la afición por los toros. El primero realizaba pequeñas reformas en viviendas, trabajos de pintura e instalaciones eléctricas. Quienes le conocen le definen como un "manitas" del bricolaje y añaden que hizo una lista de contactos de dudosa reputación en su primer paso por la cárcel. Ya en libertad realizó diversas reformas en su vivienda de la calle Sant Blai y algunas mejoras en casas de familiares.

Con su socio N.M. se apoderó de más de 163.200 euros durante 11 "faenas" en bancos de Castelló y Teruel. El tándem se formó en septiembre de 2011 y la Guardia Civil puso fin a sus andanzas la semana pasada. La lista de asaltos incluye Els Ibarsos (31.273 euros), Vall d'Alba (69.050 euros) y Sant Jordi (22.700) y otros robos en Fuenteespalda (Teruel), les Coves de Vinromà, la Llosa, Benicàssim, Betxí, la Jana, Peñarroya de Tastavins (Teruel) y Perales de Alfambra (Teruel).

No contaban con que el color de los ojos de uno y los tatuajes de otro eran pistas de alto valor para la Benemérita, que les seguía el rastro desde hacía siete meses. Su carrera delictiva se interrumpió cuando los agentes les cortaron el paso a la entrada de Almassora tras cuatro horas jugando al despiste por caminos rurales. En el interior del vehículo había una pistola, un revólver y disfraces de todo tipo para ocultarse, además del botín, que iba camino de la Vila de Almassora, donde terminó su periplo.