La falta de un acuerdo entre la Fundación Bancaja y la Diputación de Castelló que garantice la pervivencia del legado de la obra social dificulta la reapertura de la sala de estudio y exposiciones de Almassora a la vuelta de las vacaciones, que se extenderán durante esta semana. El presidente de la diputación, Javier Moliner, confirmó que todavía no hay acciones concretas para preservar el patrimonio tras el expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 38 de los 42 trabajadores de la plantilla.

Según el Bloc, Moliner se reunió con el presidente de la Fundación Caja Castellón, Antonio Tirado, y con el máximo responsable de la Fundación Bancaja en Segorbe, Vicente Hervás, si bien de momento no existen garantías de que tanto el centro cultural de Almassora como el resto de edificios dedicados a la obra social de la entidad puedan pervivir tras el expediente de regulación de empleo.

La diputación, sostiene la respuesta de Moliner, "mantiene continuos contactos con los responsables de las fundaciones de Castelló y Segorbe, no menos de una decena desde que se supo que estaba en peligro la continuidad de la obra social". Igualmente conscientes de la situación son también los usuarios del edificio de la calle San Pascual de Almassora, que temen el cierre definitivo a la vuelta de las vacaciones. Por ello, mantienen la plataforma a favor de la continuidad del proyecto.

Según indican los afectados, los 28 años de historia de este centro de referencia cultural en la localidad pueden llegar a su fin la próxima semana, cuando toque descolgar el cartel "cerrado por vacaciones" y decidir cuál es el futuro. De momento, afirma Moliner en la respuesta a los nacionalistas, la diputación se compromete, en todos los casos, a "establecer fórmulas de colaboración para salvar el legado de la obra social, así como el patrimonio de la fundación, en cuanto se sepa en qué situación queda la fundación".

Falta el proyecto

Hoy por hoy no existe un proyecto para proteger ese patrimonio ya que, según las mismas fuentes, no se han cuantificado las ayudas debido a que tampoco está claro el futuro de la fundación tras la aplicación del ERE. La plataforma tampoco ha informado a la institución provincial de la situación en que quedarán los edificios de su propiedad tras los últimos acontecimientos.

De cerrarse el centro, Almassora perdería una sala de estudio que abre más horas que la propia biblioteca, entre las 8.30 y las 20.30 horas de forma ininterrumpida, a excepción de los meses de verano, en que abre entre las 8.15 y las 14.30 horas. También presta servicio en las mañanas de los sábados y da internet gratuito, además de una sala de exposiciones de 150 metros cuadrados.