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Cerca de 5.000 niños y adolescentes de la provincia de Castelló comenzarán el próximo curso escolar en barracones debido al déficit crónico de infraestructuras educativas y al retraso de 10 años en el mapa de obras previstas por la Generalitat Valenciana, según datos facilitados ayer por el sindicato UGT.

En total, las mismas fuentes estiman que la Conselleria de Educación se verá obligada a instalar a lo largo de las comarcas de Castelló alrededor de 350 aulas prefabricadas para 5.000 de los 76.000 alumnos previstos en primaria y educación secundaria obligatoria (ESO).

Parte de ellas se mantendrán en diez centros educativos (con alrededor de 2.700 estudiantes) que todavía esperan la construcción del correspondiente edificio, algunos desde hace más de ocho años: colegio Jaume I de Vinaròs, colegio Ángel Esteban de Benicarló, colegio Benadressa de Castelló, colegio José Soriano de Vila-real, colegio Cardenal Tarancón de Burriana, colegio Pedro Alcázar de Nules e Instituto de Educación Secundaria (IES) Honori García de la Vall d'Uixó, así como el Número 5 Regina Violant, el Número 6 y el IES Álvaro Falomir de Almassora. A estos casos hay que sumar el de decenas de centros que tienen barracones complementarios, varios incluso desde el mismo día de su inauguración, en municipios como Peñíscola (Jaime Sanz), Vila-real (Francesc Tàrrega), Alcossebre (colegio La Mola), la Vall d'Uixò (en varios centros) o l'Alcora (IES Ximen d'Urrea).

Una de las principales causas de esta situación es el incumplimiento de las actuaciones previstas en el mapa escolar aprobado por la Conselleria de Educación en 2004 en el marco de los planes "Crea escola" y "Millora Escola". El primero de ellos se centra en la construcción de nuevas instalaciones y el segundo en la remodelación de las ya existentes.

Ocho años después, según datos facilitados por fuentes sindicales, más de 60 de las actuaciones comprometidas todavía se encuentran pendientes de ejecución y ni siquiera disponen de presupuesto.

De hecho, UGT advierte que, durante los últimos tres años, la Generalitat Valenciana no ha licitado ninguna obra de nuevo centro educativo en la provincia de Castelló. El responsable de educación de UGT en Castelló, Laureà Puig, explicó ayer que buena parte de esta parálisis es la consecuencia directa de la grave situación económica que atraviesa la empresa pública responsable de la construcción de colegios (Ciegsa). "La empresa está prácticamente inactiva en Castelló y lo más sospechoso es que cuando en Les Corts Valencianes se iban a investigar las cuentas y cómo se utilizaba el dinero, hubo un casual incendio que quemó todos los papeles en la nave de Ciegsa".

En su opinión, la precariedad de los centros educativos "es el reflejo de una realidad mucho más grave y de un modelo del PP que quiere llevar a la privatización un servicio fundamental como la educación. Y no es cierto que sea porque no hay dinero, ya que se sigue gastando en asesores, lujos y grandes proyectos innecesarios".

"Degrada" el proceso educativo

Según UGT, la precariedad de las instalaciones "degrada" seriamente el proceso educativo. "La falta de centros adecuados afecta tanto a profesores como a estudiantes, porque no te permite realizar ciertas actividades con normalidad, al margen de los muchos inconvenientes que surgen con situaciones que deberían ser tan normales como una simple lluvia".