Valiente y sin pelos en la lengua así es Francisca Rodríguez. Esta vecina de Benicarló, de 86 años, fue asaltada mientras dormía en su casa el 11 de agosto, por un hombre que para poder llevarse sus joyas la atacó. Lejos de rendirse, se defendió y le dio varias patadas.

Decidida y valiente, Paquita, como quiere que la llamen defendió lo suyo y puso pies en polvorosa al ladrón, tal como recogió el pasado 17 de agosto Levante de Castelló.

¿Qué ocurrió?

Me di cuenta de que había entrado alguien en casa. Un ladrón que me quería coger los brazos para quitarme los anillos, las pulseras y el reloj de oro, pero yo no me dejaba. Le pegué patadas y llegué a romperme las uñas de los pies. Me arañó los brazos (los muestra vendados), dejándomelos en carne viva. Pero no cedí.

¿Lo reconoció?

Le dije a la Guardia Civil que no había podido oír su voz, ya que solamente decía "shhhhhs", probablemente para que no supiera su procedencia. Era robusto, con manos callosas, de no más de 30 años y no muy alto. Se marchó de casa con heridas, manchando de sangre la almohada de la habitación y sirviendo así de prueba.

¿De dónde sacó la frialdad?

Hasta mucho después no fui consciente del peligro. Me arriesgué. No sentía miedo, sólo pensaba que me lo tenía que sacar de encima porque me dolían los riñones, así que lo tiré al suelo a patadas. Si me tiene que volver a pasar prefiero que me den un estacazo y al cementerioÉ

Colaboró con la Benemérita

La Guardia Civil vino a buscarme cada mañana 3 días para ir al Juzgado de Vinaròs. Como venían muy temprano no me daba tiempo de desayunar, por lo que teníamos que hacerlo en una cafetería. El primer día pagó el agente, y al siguiente me dijo que tocaba a mí, pero yo le dije que soy de antes de la guerra y entonces, las mujeres no pagaban ni un vaso de agua a los hombres. Pagó él.