El cierre de la Piscina Municipal de Benicàssim el próximo sábado ya es una realidad después de que los trabajadores de la misma hayan sido informados de su despido. Uno de los monitores y socorrista informó ayer que ya ha recibido su finiquito "porque el día 31 no puedo venir y el pasado viernes nos informaron de que esto iba a pasar".

Además de ellos, la indignación está presente en los usuarios de la piscina que no entienden el motivo por el que el consistorio no ha intentado negociar con la empresa concesionaria, Renos, para poder llegar a un acuerdo y no tener que cerrar. "Yo me he enterado por la prensa del cierre y no entiendo por qué hay dinero para hacer el FIB y el Rototom y no lo hay para un servicio municipal que se ha hecho con dinero público", señaló una de las afectadas que lleva varios años como usuaria junto a su hija. "Lo que tendríamos que hacer los usuarios es movilizarnos, recoger firmas para conseguir que el ayuntamiento haga algo para evitar el cierre".

Entre los grupos de la oposición, el malestar también es evidente porque se han enterado de la situación apenas 4 días antes del cierre "y el consistorio ya tenía constancia del tema desde el pasado mes de diciembre", según el portavoz del PSPV, Gustavo Ramón. El grupo socialista va a proponer mañana, en el pleno ordinario, la constitución de una comisión formada por todos los colectivos que pueden beneficiarse de la piscina para buscar una solución conjunta, como las AMPA de los centros educativos y del instituto, los empresarios turísticos, la asociación de personas mayores, asociaciones deportivas, además de los propios grupos municipales y técnicos del ayuntamiento para buscar una solución.

Van a pedir al PP que convoque a todos los afectados y expliquen la situación. De igual forma pedirán a la concesionaria que mantenga el servicio "hasta que se solucione el expediente y que no se tenga que cerrar la piscina".