El antiguo convento de las Dominicas de Vila-real abrió ayer sus puertas, por primera vez, bajo la denominación de El Convent Espai d'Art, para presentar la exposición, "La fugacitat de l'existència" de Martí Moreno. Las instalaciones se reabrirán pero sin inaugurarse, ya que según resaltó el alcalde, José Benlloch, falta un millón de euros para poder finalizar las obras. A la presentación previa a la inauguración de la muestra que será este sábado, asistieron el artista, el alcalde, José Benlloch, el concejal de Cultura, Alberto Ibáñez, la técnica municipal de Museos, Carmela Falomir y el responsable del diseño del logo del Convent, Joan Morales.

Así, Benlloch explicó que "todavía no se puede inaugurar porque queda mucho por hacer, calculamos que haría falta un millón de euros más para acabar las plantas superiores aunque la Generalitat, a través del Plan Confianza, destinó cerca de 900.000 euros para las obras de mejora que presentan bastantes carencias. Pero que no esté todo finalizado no impide que podamos utilizar la zona habilitada". "Este fue uno de los empastres más del anterior equipo de gobierno" señaló.

"El proyecto inicial no incluía el cambio de los ventanales por lo que perderemos mucha energía por ahí, no podemos acceder a la terraza de la segunda planta y algunas zonas nuevas ya presentan humedades y, además, no había un ascensor para acceder a la segunda planta, un elemento que nosotros solucionamos", indicó.

Benlloch avanzó que "esperamos destinar una pequeña partida presupuestaria en octubre o noviembre para hacer algunas pequeñas actuaciones de mejora". En un futuro está previsto crear un café-bar en la zona exterior para que "sirva de punto de unión de la cultura" así como una "residencia de artistas en la tercera planta".

"Isla Cultural"

Este ambicioso proyecto que aúna "pasado, presente y futuro" y que ofrecerá otro tipo de actividades complementarias a las muestras que acoja, forma parte de la "isla cultural" que prevé crear el equipo de gobierno.

"La UNED y la nueva biblioteca que esperamos que sirva como sede para la cátedra de cerámica de la UJI y el Convent Espai d'Art forman una isla cultural única que debemos potenciar y, si conseguimos desbloquear la situación del parking de la Biblioteca dispondremos de 500 plazas que facilitarían el acceso a esta área", señaló Benlloch.