La Generalitat Valenciana destinará este curso 6,2 millones de euros a la Universidad Internacional Valenciana (VIU) -con sede en Castelló- y mantiene su apuesta por financiar esta entidad privada pese los recortes a los que está sometiendo a las universidades públicas valencianas, incluida la Universitat Jaume I, según datos facilitados por la Conselleria de Educación.

De hecho, este presupuesto anual de la VIU equivale prácticamente al mismo dinero anual que el Consell ha dejado de pagar a la Universitat Jaume I en concepto deuda histórica de financiación, cuyo pago ha sido incumplido en los ejercicios 2011 y 2012 (6,8 millones cada año) bajo la excusa de la falta de liquidez.

Este escenario ha desatado un fuego cruzado de argumentos que tienen como debate de fondo el modelo de universidad privada frente a la pública y dos preguntas que se reiteran desde la misma creación de la universidad en 2008: ¿debería la Generalitat financiar con fondos públicos una universidad privada? ¿genera algún beneficio público una universidad con precios privados?

Los portavoces de la VIU aseguran que sí y alegan en su defensa que su presupuesto anual "sólo representa el 0,7%" de las transferencias anuales presupuestadas por la Generalitat Valenciana para las cinco universidades públicas valencianas (Universitat Jaume I, Universitat de València, Universitat Politécnica de Valencia, Universitat d' Alacant y Universitat d'Elx) y para la propia la VIU (entidad privada costeada al 100% con fondos públicos al amparo de una fundación).

Según los datos facilitados por la VIU, el volumen global de transferencias previstas en 2012 para las cinco universidades públicas sería de 821 millones de euros, frente a los 6,2 destinados a la VIU.

Los portavoces de la universidad privada también alegan que su sistema optimiza más los recursos porque "los grados y másteres que no tienen suficiente número de alumnos no se ponen en marcha, a diferencia de los campus tradicionales, más costosos de mantener pero a veces con muchas aulas vacías".

La VIU también defiende su existencia alegando que está incrementando el número de preinscripciones (1.300 frente a las 700 del año anterior) y ahorrando costes con la reducción de los vicerrectores de 4 a 1, ajustes de personal y con un nuevo convenio en la plataforma tecnológica.

Por último, la VIU alega que su modelo genera internacionalización, está en la red y permite conciliar los estudios con la vida familiar. Según los portavoces de la VIU, "nuestros detractores están en los campus a los que les cuesta innovar".

La UJI pide que se priorice

Frente a los argumentos de la VIU, fuentes de la Universitat Jaume I manifestaron ayer que, aunque no desean cuestionar la existencia de la universidad privada, consideran que el Consell "debe dar prioridad y pagar primero a las universidades públicas y saldar su deuda con ellas, especialmente en estos momentos de crisis; porque son las universidades públicas las que resuelven la escolarización de educación superior en la Comunitat".

A este respecto, la UJI recordó que atiende a 15.000 alumnos y el sistema público valenciano a 120.000, frente a la horquilla de entre 700 y 1.300 de la VIU, cuyo alumnado representa un 0,5% del global de las universidades públicas. Por último, la Jaume I manifestó su disposición a colaborar para que la VIU sea una plataforma que promueva internacionalmente a las universidades públicas. No obstante, lamentó que la VIU aún no ha cumplido su compromiso de dar representación en su patronato a los rectores de las universidades públicas.

Por otra parte, el partido Iniciativa pidió ayer que se retire la financiación pública a la VIU y consideró "absurdo" potenciar este proyecto "mientras se deja caerse a trozos el sistema público".