Los vecinos de la zona norte de Benicàssim que han sufrido este verano la presencia de vómitos, heces y gritos en las puertas de sus casas cada fin de semana por la noche esperan que al año que viene "se haya solucionado el problema". Uno de los afectados indicó que no están denunciando la discoteca que hay en la zona "porque desde el ayuntamiento han asegurado que cumplen con la normativa", sino que se quejan de suciedad que dejan los jóvenes que acuden al establecimiento. Piden tanto a la alcaldesa, Susana Marqués, como a la edil de Actividades, Carolina San Miguel, que intenten paliar la situación. A principios de septiembre ya se presentó una denuncia junto con la firma de más de 120 familias.