Los recortes de la Generalitat Valenciana en el sistema de educación pública en Castelló se suman a un déficit estructural de 60 actuaciones pendientes debido al retraso de 10 años en el mapa de obras previstas por la Conselleria de Educación.

Esta circunstancia ha llevado a 5.000 niños y adolescentes de la provincia a iniciar este curso escolar en 350 barracones, según las estimaciones del sindicato UGT.

De este modo, 5.000 de los 76.000 alumnos de primaria y educación secundaria obligatoria (ESO) se han visto condenados a cursar sus estudios en la provisionalidad, cuando no sumidos en la precariedad.

Parte de los barracones se mantienen en diez centros educativos (con alrededor de 2.700 estudiantes) que todavía esperan la construcción del correspondiente edificio, algunos desde hace más de ocho años: colegio Jaume I de Vinaròs, colegio Ángel Esteban de Benicarló, colegio Benadressa de Castelló, colegio José Soriano de Vila-real, colegio Cardenal Tarancón de Burriana, colegio Pedro Alcázar de Nules e Instituto de Educación Secundaria (IES) Honori García de la Vall d'Uixò, así como el Número 5 Regina Violant y el Número 6 de Almassora. A estos casos hay que sumar el de decenas de centros que tienen barracones complementario.

En este contexto, la Generalitat pagará este curso más de 50 millones de euros en subvenciones a 40 centros privados en la provincia.