El sufrimiento que arrastran los vecinos de la primera línea de costa de Almassora se mantiene firme a pesar de que se agota el tiempo para el inicio de las obras de regeneración. La última mala noticia para los afectados llega de manos del departamento técnico municipal, que ha alertado al Servicio Provincial de Costas de que el proyecto, presupuestado en 2,8 millones, "será insuficiente para resolver el problema planteado por las inundaciones".

El informe de alegaciones elaborado por el arquitecto municipal basa su argumentación en dos direcciones: Costas propone aumentar la altura del muro que separa la playa de la carretera dando por hecho que la construcción del dique no impedirá que el mar vuelva a alcanzar los 2,57 metros de altura y, por otro lado, la grava que se aporte será de baja calidad al estar reutilizada.

"Consideramos que el diseño concluido por los cálculos del proyecto debe garantizar la finalidad prioritaria de la obra, que consiste en evitar las inundaciones del paseo, de las viviendas colindantes, y los daños materiales y medioambientales aparejados", añaden los expertos.

"No parece tener mucho sentido realizar unas obras para resolver cuestiones, sabiendo con antelación que seguramente no será posible", advierten los técnicos municipales ante el inminente inicio de las obras.

En la misma línea, señalan que la opción propuesta por el Ministerio de Medio Ambiente, "la excusa planteada en forma de sugerencia", que elevará 57 centímetros la altura del muro, "no parece la solución más adecuada ni para la accesibilidad de la playa ni para su integración en el medio urbano preexistente".

Tampoco el aporte de grava convence a los profesionales municipales, tal como reflejan en su informe de alegaciones al proyecto. No en vano, se plantea un relleno de 133.239 metros cúbicos, de los cuales 49.463 son de recuperación y 83.776 de aporte. "Creemos que la naturaleza de los áridos es distinta y su uso generalizado, contradictoria con los argumentos técnicos del proyecto". La grave de recuperación, matizan, "presenta muy deficientes condiciones granulométricas para el propósito del proyecto". Por ello abogan por exigir "la selección y el cribado del material reutilizado".

El arquitecto municipal remitió sus conclusiones el 15 de noviembre tras estudiar durante un mes el proyecto del ministerio para frenar la erosión en la costa. El documento enmarca la obra en la necesidad de paliar los "efectos devastadores provocados por las sucesivas ampliaciones de PortCastelló".