La Conselleria de Educación ha ratificado un arreglo escolar para el curso 2013-2014 en el que eliminará 21 unidades educativas en 17 municipios del interior de la provincia de Castelló. El sindicato UGT y Fapa-Penyagolosa advierten que se está desmantelando el sistema de escuelas rurales y que la medida agravará aún más la despoblación.

En el plano docente, el sindicato UGT estima que el arreglo escolar llevará a prescindir de otros 50 profesores en las comarcas castellonenses, una cifra que se elevará a alrededor de 100 con el plan paralelo de ajuste de las plantillas docentes que también ha anunciado la Generalitat

La reducción de unidades escolares se enmarca dentro de un plan de arreglo que también afecta a la costa, aunque en este caso el impacto es menos severo y las opciones de derivar a los estudiantes a otro centro próximo son mucho mayores.

En el cómputo global, la Generalitat Valenciana suprime un total de 45 unidades en toda la provincia y crea otras 25 (al margen de otras habilitaciones de aulas que son constantes cada año). No obstante, el interior es la zona más perjudicada y en el listado de supresiones se ven afectados 17 municipios: Catí, Culla, Cortes de Arenoso, Figueroles, Montán, l'Alcora, La Salzadella, Tírig, Xert, Sant Joan de Moró, Segorbe, Zucaina, Almedíjar, Castellnovo, Montán, Altura y Jérica.

Dos de los casos más extremos serán el de Almedíjar y Ludiente, donde la Conselleria de Educación propone el cierre de la escuela porque este curso no se llega al mínimo de 5 alumnos que ha fijado la propia Generalitat. Esta supresión obligará a los escolares a desplazarse a otros municipios y recorrer diariamente varios kilómetros de distancia, algo que las Ampas consideran un ataque al derecho de escolarización de las familias.

El portavoz de educación de UGT en Castelló, Laureà Puig, lamentó que este recorte "aplica únicamente un criterio economicista que perjudica mucho a los municipios del interior, dado que va a propiciar más despoblación con un círculo vicioso de difícil salida". Según Puig, son muchas las familias que lo tendrán más difícil para mantenerse en el pueblo o que se verán incitadas a abandonarlo. "Si no tienes un servicio básico como la educación cubierto, o te dificultan el acceso, al final muchas familias optan por irse, a pesar de que en el interior pueden haber recursos para buscar alternativas al desempleo de la costa. Y lo contradictorio es que muchos políticos dicen que quieren potenciar el interior, pero con estas medidas simplemente vemos un ataque a la escuela pública basado en un criterio economicista que si prosigue lo destruirá todo". En términos teóricos, la medida de la Conselleria de Educación tiene por objeto adaptar la oferta educativa a la demanda de escolarización y corregir los posibles desequilibrios detectados en las distintas comarcas castellonenses. Pese a ello, los docentes advierten que se va a provocar el efecto contrario.

Las Ampas advierten que se agudizará la falta de transporte

Las Ampas castellonenses también cuestionaron ayer el recorte de unidades educativas rurales e hicieron hincapié en las graves consecuencias que ello podría tener. Además, los portavoces de las familias lamentaron que la Conselleria de Educación "ni nos ha informado ni nos ha pedido opinión al respecto, a pesar de ser una cuestión que afecta de forma directa y muy importante a las familias".

La presidenta de Fapa-Penyagolosa, que aglutina a 250 Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampas) de la provincia de Castelló, pidió a la Conselleria de Educación que reflexione y rectifique. "Se va a promover la despoblación, porque si no tienes colegio, te vas a tener que ir a otro. La escuela rural se debería cuidar y potenciar, pero a la Administración se ve que no le interesa. Estamos despoblando zonas del interior por problemáticas de este tipo. Y se están quitando oportunidades, porque hay casos en los que alguien se podría ir a trabajar a un municipio y no va porque no puede escolarizar a sus hijos. Y en el mejor de los casos tu hijo tiene que salir de casa a las 7 de la mañana y se pasa todo el día en el autobús. Es realmente preocupante".

Asimismo, "complicará aún más" el panorama que se había dibujado con la reducción de un 40% del transporte escolar en el interior. El motivo es que la conselleria ha fijado un cupo mínimo de 15 niños, una circunstancia más que probable en buena parte de los pueblos peor conectados de las montañas castellonenses. Hasta el curso pasado, el cupo del autobús podía completarse con estudiantes autorizados que rentabilizaban el autobús. Ahora, se pone un nuevo obstáculo a las economías humildes que carecen de vehículo propio o que por cuestiones laborales no pueden realizar el desplazamiento.