La situación crítica ya ha pasado. Las lluvias registradas a principios de mes han permitido una notable recuperación de los pantanos de la provincia de Castelló, cuyas reservas se han incrementado en 33 hectómetros cúbicos. Una de las mejores noticias se sitúa en la zona norte, donde el embalse de Ulldecona ha vuelto a llenarse tras años de sequía, con la consiguiente satisfacción de los regantes.

Las intensas precipitaciones han incrementado en apenas unos días el caudal embalsado. Los pantanos castellonenses -de los sistemas del Millars, Palancia y Cenia- se sitúan por encima del 51 % de su capacidad, cuando antes del episodio de lluvias rondaban el 35 %. Las siete presas guardan esta semana 115,5 hectómetros cúbicos, 33 más que en febrero.

Los pantanos del Millars han pasado de 78 a 103 hectómetros cúbicos. Espectacular ha sido la recuperación de María Cristina, que de no tener agua ha pasado a almacenar 10 hectómetros cúbicos. Hacía tiempo que no lucía una estampa como la actual. Arenós ha mejorado sus niveles en casi diez hectómetros cúbicos y Sitjar en seis. El presidente de los regantes de Castelló, José Pascual, mostró su satisfacción con el nivel embalsado, que garantiza, al menos, "esta y la próxima campaña de riego". Pascual subrayó que más importante que las lluvias han sido las nevadas registradas en el sierra de Gúdar, donde nace el Millars. El deshielo garantiza que durante el verano el río bajará con un importante caudal "y apenas hará falta recurrir al agua de los pantanos", explicó. El presidente de la comunidad de regantes también destacó que la recuperación se ha producido en una época en que no es habitual precipitaciones tan intensas.

En la zona del Palancia, el embalse del Regajo se sitúa en el 83 % de su capacidad, con cinco hectómetros cúbicos. Y en el norte, el de Ulldecona ha tenido una recuperación espectacular; ha dejado de ser un erial y ya supera el 70 % de capacidad. Las fuentes han vuelto a brotar y el pequeño pantano sigue registrando entradas de agua La Comunitat de Regants d'Ulldecona, que gestiona la instalación, se vio obligada a recurrir a pozos de emergencia, con lo que la factura del agua se disparó. La recuperación del pantano garantiza la campaña de riego de 2013, sobre todo para los cultivos de cítricos. La infraestructura abastece a los campos situados en la zona limítrofe entre Castelló y Tarragona.