Los más de 600 motoristas que han participado en la IV Concentración Vespazahar realizaron ayer su última ruta por la costa de la provincia. Si el sábado recorrieron algunos puntos del interior de la provincia de Castelló como Ribesalbes, Onda o Vila-real, ayer fue el turno de las calles del Grao y de Benicàssim las que fueron invadidas por el ruido de las Vespas.

La playa de la Almadrava fue el lugar de descanso para el almuerzo en el que todos los inscritos disfrutaron de una monumental tortilla de patata patrocinada por el restaurante Jota's. Y mientras los participantes reponían fuerzas los vecinos y visitantes de la localidad benicense que aprovecharon las buenas temperaturas para pasear o tomar el sol en la playa, no dudaron en parar y fotografiarse junto a las tan emblemáticas motos.