La asamblea general de Caixa Rural Vila-real aprobó ayer las cuentas anuales de la entidad. En 2012 y, pese a los requerimientos de capital de los dos reales decretos de saneamiento del sector financiero, la caja obtuvo unos beneficios de 385.000 euros, un 10 % más que en el ejercicio anterior. El presidente de Caixa Rural, Enric Portalés, destacó la importancia de obtener unas cifras positivas, aunque modestas, en el momento actual. "Estos resultados nos permiten afrontar el futuro con optimismo y solidez, para poder seguir ofreciendo a la ciudad de Vila-real una caja propia, cercana, profesional y distinta al resto de entidades que operan en la población", destacó. Los 1.238 socios que estuvieron representados en la asamblea ratificaron unas cuentas en las que también destaca un incremento en los recursos ajenos de clientes del 1,5 %, hasta superar los 310 millones de euros. El balance total a final del ejercicio 2012 sobrepasó los 366 millones de euros. Los recursos propios de la entidad superan los 20 millones de euros, y su coeficiente de solvencia, la liquidez para hacer frente a los pagos de sus acreedores a corto plazo, se sitúa en el 8,71 %, unos seis puntos inferior al coeficiente de 2011. La asamblea también aprobó/no aprobó una modificación estatutaria que permitirá a los socios de la entidad adquirir aportaciones remuneradas del capital social de la entidad, por valor de 1.000 euros que se podrá recuperar en cualquier momento.