Pablo, Carles y Laura son los tres jóvenes vecinos de Castelló y Burriana que unieron sus fuerzas a finales de 2012 para desarrollar «La pesadilla de Ripollés», el videojuego en el que el afamado pintor lucha contra una rebelión de sus esculturas que están destruyendo la capital de La Plana. «Queríamos presentarnos a un concurso que organizaba el ayuntamiento, estábamos buscando un tema para el videojuego y fue como una revelación: ¡Las estatuas de Ripollés han cobrado vida y están destruyendo la ciudad!», recuerdan entusiasmados.

Dicho y hecho. «Al final resultó que ganamos el concurso. Primer premio. Fue muy emocionante», recuerdan estos tres jóvenes. «Conseguimos hacer reír a mucha gente, incluyendo al ayuntamiento y al alcalde», comentan agradecidos. «Pensábamos que igual podía molestar a alguien, pero por ahora no ha sido así y nos alegramos mucho». Carles, Laura y Pablo recibieron el pasado 12 de diciembre „«¡El día del fin del mundo!»„ el premio de manos de Alfonso Bataller. «La sorpresa más grata fue ver que en el ayuntamiento el tema de Ripollés le parecía tan interesante como a nosotros y hasta nos preguntaban de dónde se podían descargar el juego. El mejor momento fue cuando nos pusimos todos para la foto y el alcalde dice: "Aquí sólo falta Ripollés"».

Cuando se les pregunta por la intención del juego rechazan que se trate tanto de una crítica como de un homenaje: «simplemente nos pareció una buena idea». «No conocemos la opinión de Juan Ripollés sobre nuestro videojuego, pero esperamos que le parezca tan divertido como a nosotros. Esa era la intención». El artista, por su parte, se muestra "feliz y agradecido".

Por amor al arte

Pablo y Carles se conocen desde el instituto. Allí descubrieron que compartían su afición por el desarrollo y la creación de videojuegos. «Desde entonces hemos hecho una media docena de proyectos bajo el nombre PIXJuegos, aunque nunca hemos sido una empresa, somos sólo un grupo de amigos». Ambos trabajan durante el día por eso cuando se embarcaron en el proyecto de «La pesadilla de Ripollés» descubrieron que necesitaban ayuda con la parte gráfica que menos dominaban. Una amiga de la novia de Pablo fue la elegida. «Laura aceptó un encargo con mucho trabajo y ninguna compensación», recuerda Carles. Ella es de Burriana, estudia segundo curso de Traducción en la UJI y «nunca había dibujado para un videojuego y mucho menos una animación. Carles y Pablo tuvieron mucha paciencia conmigo».

El próximo 24 de septiembre presentan una nueva versión mejorada del juego, con nuevos escenarios y lleno de guiños a Castelló. «La nueva versión es la que nos gustaría haber presentado al concurso, con tres niveles nuevos, uno que va desde la plaza Fadrell hasta la Puesta de Sol, otro dedicado al Bicicas donde aparece Ripollés en bicicleta y otro al Grau», anuncian. «Estamos muy ilusionados, aunque no nos ganamos la vida con esto, un día nos gustaría poder hacerlo». Una confesión que podría firmar cualquier artista que empieza a crear. No en vano defienden los aficionados que los videojuegos se trata del séptimo arte.