La escuela infantil San José de Almassora, la única de titularidad pública del municipio, ultima la vuelta al "cole" sin suministro de gas natural. La empresa ha cortado el servicio por el impago del Consell. El director del centro ingresó a última hora de la mañana de ayer los 1.400 euros de deuda para recuperar el suministro a la mayor brevedad, si bien los trámites se extenderán durante unos días. Los recibos estaban sin pagar porque la cuenta de la "escoleta" no tenía fondos.

Este año, la Generalitat ha vuelto a retrasarse en los pagos lo que ha conllevado que el centro solo haya ingresado un tercio de lo que les corresponde para pagar las facturas de mantenimiento. El último ingreso, eso sí, se produjo esta semana. El dinero no llegó a tiempo para evitar el corte de suministro de Gas Natural, que ya había enviado numerosas notificaciones de apremio, aunque sí para que ayer se saldara la cuenta con la suministradora a la espera de que el servicio se restablezca antes del inicio de curso.

La concejala del Bloc y trabajadora de la guardería, Susanna Nicolau, dio la voz de alarma ayer al percatarse el personal del centro de que la cocina no funcionaba. Tal como señaló, el abastecimiento de gas es imprescindible para los sanitarios, la calefacción en invierno y el funcionamiento diario de la cocina, dado que los pequeños disfrutan de servicio de comedor.

La escuela San José, ubicada en la calle San Jaime, recibirá a sus 90 alumnos de menos de tres años a partir del próximo lunes. El regreso a las aulas de los pequeños se producirá de forma escalonada para facilitar su integración. El director espera que la entrada de los niños coincida con el reabastecimiento de gas para evitar problemas en el funcionamiento diario del centro. En caso contrario, las monitoras tendrán que calentar agua en el microondas para lavar a los niños o bien los padres decidirán si retrasan la incorporación de sus hijos a las aulas hasta que se solvente la incidencia.

Una deuda de 20.000 euros

No es el único obstáculo al que se enfrenta la guardería. Tal como informó ayer el máximo responsable, el centro adeuda más de 20.000 euros a proveedores por los retrasos de las transferencias del Consell. Los más "frágiles", indicó la edil del Bloc, sufren las consecuencias de la gestión autonómica. Las facturas de agua y luz por pagar se suman a la falta de suplencia del personal de baja. El servicio de prensa también se ha suspendido ante los recibos acumulados.

De hecho, desde el centro temen que este corte de suministro no sea el único si conselleria sigue transfiriendo únicamente aportaciones "simbólicas".

Nicolau recordó otros casos similares en los complejos educativos de la localidad. Cabe recordar que el corte en la calefacción en el IES Vila-roja precipitó la expulsión del alumno que denunció el uso de mantas para combatir el frío. También el IES Álvaro Falomir sufrió los rigores del invierno con ropa de abrigo tras ocho meses de impagos por parte del Consell. En este caso, el personal docente llegó a pagar de su bolsillo el papel higiénico y durante meses no funcionó el teléfono del instituto debido al agujero de la cuenta corriente.