El paseo Pilar Coloma de Benicàssim regresó ayer a los años 20, del siglo pasado, con la II edición de la Belle Epoque, pero también se encontró con la reivindicación de ayudas por los propietarios para rehabilitar muchas de las villas que se ubican allí. Los asistentes a esta recreación se pararon en frente de la Villa Carpi para leer la reivindicación que realizaban algunos de los dueños de los palacetes localizados a pie de playa.

"¿No ves que las Villas mueren?". Con esa frase comenzaba el texto escrito por Jacobo Ríos-Capapé, residente de la Villa Carpi, quien señaló que "me parece muy bien este evento pero no se puede hacer un festival aprovechándose de un patrimonio que no cuidan". Ríos-Capapé añadió que algunas de las Villas que se encuentran en el paseo marítimo cuentan con más de cien años y aproximadamente el 80 % "están en ruinas y no hay ayudas para poder mantenerlas".

Durante la pasada edición de la Belle Epoque, la valla de la Villa Carpi ya albergó una pancarta reivindicativa y, como indicó Ríos-Capapé, "vamos a seguir denunciando el tema". Además, añadió que la falta de ayudas para mantener los palacetes "no es algo nuevo de este equipo de gobierno, sino que ya viene desde hace años". A lo largo de la jornada, la pancarta contó con la firma de varios vecinos apoyando esta postura y en la que se podía leer "para promocionar Benicàssim hay que atender y ayudar a las Villas y no freírlas a impuestos, solamente".

Todo esto mientras el paseo benicense recuperaba ayer el esplendor que tuvo en los años 20. Dentro de la programación de la II edición de la Belle Epoque el día de ayer congregó un gran número de actos y, a pesar de la amenaza de lluvia, la jornada pudo transcurrir tal y como se había previsto.

Un sinfín de actividades

Durante todo el día, el paseo marítimo, desde la playa Almadrava hasta el Voramar, albergó un sinfín de actividades para dar a conocer a vecinos y visitantes la historia de los palacetes más emblemáticos del municipio y que continúan alzados en primera línea de playa. A lo largo del paseo se congregaron todo tipo de artesanos que recuperaron oficios de antaño como el alpargatero o las bolilleras.

Estas últimas tuvieron el privilegio de trabajar dentro de los jardines de Villa Elisa, que durante la tarde de ayer estuvieron abiertos al público. El palacete municipal adquirió gran protagonismo por la mañana con la celebración de una boda de época. Los novios, los padrinos, el cura y los invitados que acudieron a la cita ataviados al más puro estilo de los años 20 captaron el interés de los cientos de visitantes que se encontraban en el paseo que no dudaron en acudir a Villa Elisa. La exposición de coches, bicicletas y motos de la época fue otro de los grandes reclamos de la jornada por todos los presentes y el mercadillo de artesanía también fue otro punto de afluencia de visitantes.

Además, muchos de los vecinos y visitantes quisieron participar de forma activa en el evento y participaron en los diferentes concursos que se organizaron como el maratón fotográfico, el concurso de pintura rápida o el concurso de disfraces. Sobre las 20 horas, la actividad se centró en los alrededores de Villa María donde se realizaron exhibiciones de bailes de la época y la Big Band Santa Cecilia ofreció un amplio repertorio musical en el que no faltó "Cabaret" o "New York" de John Kander. La jornada terminó con la actuación de Limbotheque que hizo bailar a los presentes con música de la Belle Epoque.