El dispositivo de la Conselleria de Medio Ambiente para la persecución de la caza ilegal con "parany" no incluye ningún servicio de vigilancia en el horario nocturno, lo cual impide hacer inspecciones en el periodo en el que se lleva a cabo la mayor parte de la caza, según confirmaron ayer fuentes de la Asociación de Agentes Medioambientales de la Generalitat.

Además, los agentes lamentaron que el protocolo tampoco permite las inspecciones nocturnas voluntarias solicitadas por parte de determinados guardas. De hecho, las órdenes de procedimiento distribuidas por la Generalitat a los agentes sólo autoriza las inspecciones "diurnas".

De igual modo, y aunque las inspecciones nocturnas estuvieran permitidas, el número de agentes en turno de noche para todas las demarcaciones de la provincia de Castelló es de 3 en el mejor de los casos, en el supuesto de que no hayan bajas ni vacaciones, una circunstancia que suele reiterarse justo en la temporada de caza con "parany" (comprendida entre el 12 de octubre y el 15 de noviembre). La limitación en el número de guardas forestales también imposibilitaría que se cumpliera el protocolo que marca la Dirección General de Medio Natural, que exige que las visitas a posibles "paranys" activos se realicen con la presencia de una patrulla de al menos dos agentes, dada la peligrosidad que puede suponer una hipotética reacción violenta por parte de algún cazador.

Este déficit de recursos humanos se agrava ante la obligación de los guardas de ocuparse de una amplia variedad de funciones de vigilancia de los entornos naturales -además en plena temporada de caza-, de modo que las inspecciones de "paranys" (él año pasado los ecologistas detectaron 1.000 activos) constituyen sólo una parte de su cometido.

La Conselleria de Medio Ambiente asegura que ha habilitado un dispositivo especial para la persecución del "parany" y la prevención mediante visitas disuasorias de agentes medioambientales a las instalaciones preparadas para la caza.

Pese a ello, la conselleria está jugando al mismo tiempo el papel de persecutora y de defensora, ya que sigue presionando al Ministerio de Medio Ambiente para que acepte la legalización del "parany" sin muerte como única salida para una actividad cinegética ilegalizada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Europeo y la Comisión Europea. El argumento de base para la prohibición es que se trata de una modalidad masiva y no selectiva.

En el marco de esta dualidad en la que se sitúa la Generalitat, la Conselleria de Medio Ambiente ha autorizado 30 de los 39 "paranys científicos" solicitados por Apaval, que asegura que sus asociados cederán sus instalaciones a una investigación de la Universidad Politécnica de Valencia. El Consell y Apaval aseguran que el objetivo es recabar argumentos para demostrar que el "parany" sin muerte puede ser selectivo. Eso sí, las mismas fuentes precisaron que los investigadores universitarios no serían más de 6 y los "paranyers" podrán cazar de forma autónoma.