Un empresario castellonense y antiindependentista residente en Roses (Girona), José Antonio Blázquez Jiménez, ha registrado el diseño de la estelada (bandera catalana independentista) en diez de sus versiones, según figura en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Tal como se manifesta en el certificado, este registro "confiere a su titular el derecho exclusivo a utilizarlo y ha quedado otorgado, sin perjuicio de terceros, por cinco años contados desde la fecha de presentación de la solicitud (19 de julio de 2013) y podrá renovarse por uno o más periodos sucesivos de cinco años, hasta un máximo de veinticinco".

La noticia saltaba ayer a las redes sociales después de hacerla pública el periódico La Razón y las reacciones no se hicieron esperar. La primera, el interés de la familia del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en comprar la patente, por la que han ofrecido "una cifra de seis ceros", según manifestaron en un programa de televisión. Una oferta que parece habría gustado al empresario quien aseguró estar dispuesto a negociar, "la pela es la pela", afirmó al mismo programa.

En dicho periódico se explicaba que, a partir de ahora, "quien quiera utilizarla tendrá que hacerlo con su consentimiento y, según Blázquez, es mejor que no pierdan el tiempo en hacer este tipo de peticiones". No obstante, esta valoración tuvo una rápida respuesta por el portal de internet proindependentista VilaWeb donde, según ellos, se "desmontó" esa tesis. El noticiario digital aseguraba que la ley "indica claramente que el diseño que se quiera patentar tiene que ser nuevo y que nunca se haya publicado con anterioridad".

En VilaWeb, el experto Leandro Núñez argumenta que lo que ha hecho el empresario castellonense es "registrar un diseño industrial y no una patente". Además, Núñez añade que no se podría impedir el uso de la estelada en los ayuntamientos, "porque la ley solamente protege los usos en el mercado, esto es, la fabricación y comercialización de productos".

Según la publicación, Blázquez, "español antes que nada", se dio cuenta que la estelada no estaba registrada. "Al no tratarse de una bandera oficial (que no pueden registrarse), sino de un símbolo separatista, se puso manos a la obra. El último recurso, formulado por Esquerra Republicana, fue aceptado a finales del mes pasado (se refería a uno sólo de los 10 dibujos presentados, dado su parecido al logotipo de este partido), por lo que los trámites quedaron concluidos", añaden.

Por último, se señala que la primera reacción de los independentistas catalanes ha sido el de tratar de llegar a un acuerdo económico para que Blázquez les ceda el registro, negociaciones que siguen hoy abiertas.