Precisamente ayer, el consistorio de Segorbe celebraba por la mañana un pleno extraordinario que la oposición había solicitado para abordar el urbanismo de la ciudad, así como la sentencia en cuestión. Sin embargo, al llegar el segundo punto del orden del día en el que se debía debatir el fallo del TSJ los cinco ediles de la oposición abandonaron la sesión porque el alcalde, Rafael Calvo, consideró que "dar cuenta de la sentencia" (como rezaba en el orden del día) no suponía un debate, sino simplemente hacer llegar una copia del auto a cada grupo.

Ante la apurada aplicación de la normativa que hizo el alcalde, socialistas y republicanos mostraron su indignación abandonando la sala entre aplausos y abucheos del público asistente. Se daba por cerrado así un pleno "estéril" que costará a las arcas municipales alrededor de 3.000 euros. La oposición registró ayer la solicitud de otro pleno extraordinario con el fin de volver a debatir el resultado de esta sentencia que se celebrará a principios de diciembre, unos días antes del pleno ordinario.