La primera nevada de la temporada cubrió ayer de blanco la práctica totalidad del interior provincial y obligó a los servicios de emergencia a emplearse a fondo para mantener abiertas las principales carreteras y evitar incidentes. Los efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Castelló coordinaron un dispositivo integrado por 13 máquinas quitanieves, cinco vehículos cargados con sal y otros 30 vehículos auxiliares. En total, más de 114 efectivos trabajaron desde primera hora de la mañana para evitar que los copos que cubrieron numerosas localidades de las comarcas de l´Alcalatén, Alt Maestrat, Baix Maestrat y Els Ports dejaran incomunicados a vecinos y conductores.

Los mayores problemas de circulación debido a la nieve se registraron en el Alto Palancia. La Autovía Mudéjar A-23, que une la provincia de Castelló con Teruel, permaneció ayer de 12.20 a 14.25 horas totalmente cerrada al tráfico, a la altura de Barracas, en ambos sentidos. La acumulación de nieve y la falta de reservas suficientes de sal ocasionaron que decenas de turismos y camiones quedasen atrapados entre Viver, a la altura de El Ragudo, y Barracas. Dos horas después, la circulación se restableció para los turismos, mientras que los camiones y vehículos articulados tuvieron que esperar una hora más para poder circular en sentido Sagunto. El tráfico para los vehículos pesados en sentido hacia Teruel quedó restringido durante toda la tarde debido a la acumulación de nieve sobre la calzada, que superó los diez centímetros de espesor. Asimismo, carreteras secundarias como las que unen la A-23 con El Toro o Pina de Montalgrao también sufrieron cortes temporales a consecuencia de la nieve, que comenzó a teñir de blanco los montes palantinos alrededor de las diez de la mañana.

Atrapados en Barracas

Los afectados no tuvieron más remedio que resignarse y esperar en las áreas de servicio de la población a que mejorara el tiempo y tanto los Bomberos como la Guardia Civil les permitieran continuar su camino. Este fue el caso de una joven de un pueblo de Zaragoza que, procedente de Valencia, se dirigía a su casa para pasar el fin de semana. «La verdad es que me lo habían advertido, pero aun así siempre te pilla por sorpresa», comentaba. También vecinos de municipios cercanos como Jérica o Segorbe quedaron atrapados en Barracas, a donde habían ido para disfrutar de la primera nevada. «Estábamos en Jérica y cuando nos han dicho que había empezado a nevar en Barracas hemos subido a almorzar, pero ahora no podemos irnos», explicaba Mónica Gil, vecina de Jérica, mientras hacía tiempo.

Peor parados quedaron los camioneros. El conductor italiano Andrea Trovatto, que había salido desde Cariñena hasta Almería, denunciaba la «falta de previsión» y aseguraba que «en esta zona no hemos visto actuar ni un quitanieves». «He visto uno parado en el centro de conservación, pero sin actuar». Otro conductor que efectuaba la ruta entre Murcia y Holanda, se quejaba: «siempre es la misma situación y ya no sabes qué hacer, porque si paras porque en las horas reglamentarias te hacen parar y no continúas luego te quedas atrapado en la nieve y todavía es peor». Otro camionero, José Pérez, informaba de que «nos han llamado compañeros que están intentando subir y la Guardia Civil los ha parado en Segorbe para evitar que suban a Barracas y se colapse más la circulación».

Reacción tardía

Una vez más la nieve cogió desprevenido al Centro de Coordinación de Emergencias de l'Eliana. Desde la Conselleria de Gobernación no se autorizó la salida de las máquinas quitanieve hasta las 10.00 horas, lo que complicó la circulación en el interior castellonense. De hecho, fueron numerosos los alcaldes que criticaron esta medida. Hubo incidencias en numerosos puntos. Vehículos volcados en la carretera N-232 en Morella, un camión tráiler bloqueado en Sorita, coches atrapados en la nieve en el Coll d'Ares y problemas en el Coll del Vidre y el acceso a Vistabella. No obstante, a medida que fue avanzando la jornada y pudieron trabajar los equipos de limpieza la situación se fue normalizando.

Las carreteras permanecieron cerradas hasta las 15.00 horas en pueblos como Castellfort o Portell. Hacia las 14.00 horas dejó de nevar y, por la tarde, la precipitación se transformó en lluvia. En algunos puntos la nieve se fue deshaciendo, sobre todo en las cotas más bajas. La precipitación fue notable. En la estación meteorológica de Vilafranca se registraron en torno a los 20 litros por metro cuadrado.

A última hora de la tarde de ayer la DGT únicamente restringía el paso de vehículos pesados en la carretera N-232, entre los puertos de Querol y Torremiró.

La nieve sorprendió a un grupo de turistas de Onda que visitaban Morella, o a los jugadores juveniles de Vinaròs que tenían previsto disputar su partido contra el Catí, localidad situada a unos 600 metros.

En el interior de las localidades fue complicado transitar por algunos viales. En Morella el ayuntamiento dispuso el habitual operativo para limpiar las principales calles del casco urbano y, de este modo, facilitar el tránsito.