El alcalde de Castelló, Alfonso Bataller, anunció ayer la puesta en marcha, por parte del ayuntamiento y de la empresa Facsa, de un proyecto de investigación para ahorrar hasta un 50 por ciento del coste en la depuración de fangos. Así lo destacó tras su visita a la planta depuradora, donde ha estado acompañado por el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Mulet; Enrique Gimeno y Juan Antonio Llopis, de Facsa; y Andrés Pascual de Ainia, según informó el consistorio municipal en un comunicado.

El primer edil destacó al respecto que, en un proceso de depuración, los fangos son el principal subproducto, por lo que su gestión puede llegar a suponer hasta un 50 por ciento de los costes totales de operación, «de ahí la necesidad de desarrollar sistemas innovadores para la mejora energética y la gestión de los residuos».

El alcalde ha subrayado que los nuevos proyectos que se han puesto en marcha «son positivos porque estamos trabajando en la ciudad para mejorar el medio ambiente y Facsa es un aliado veterano y va por la misma línea que el ayuntamiento». Además, el primer edil ha concretado que la meta es «ahorrar consumo eléctrico y disminuir la difusión de carbónico a la atmósfera con un tratamiento mejor de lodos de la depuradora y aguas residuales». «Intentar contaminar menos y aprovechar esos residuos para producir energía eléctrica es el objetivo y, si lo conseguimos, estaremos logrando una sociedad con una atmósfera mejor y una ciudad sostenible», añadió.

Por su parte, Juan Antonio Llopis ha declarado que «es un proyecto que disminuye los costos del consistorio, disminuye el gas que se invierte en la atmósfera y se produce también una disminución de red con esta higienización de los lodos». La iniciativa ha sido presentada en Europa y seleccionado entre los doce mejores proyectos en temas de ahorro energético, y es finalista en el proyecto europeo Incubator Low Carbon