La asociación de vecinos Camí Vell de Peñíscola, que ha planteado en los últimos años una ardua batalla contra el modelo urbanístico expansionista impulsado por el equipo de gobierno, calificó ayer de «fracaso» personal de Andrés Martínez y Romualdo Forner el proyecto del PGOU «impuesto con prepotencia y arrogancia», señaló Ezequiel Llorach, portavoz de la entidad vecinal.

La conselleria ha solicitado al consistorio que eche atrás el documento -que debe sustituir al preconstitucional PGOU y vigente desde 1977- hasta la primera exposición en 2005 «por lo que todo el trabajo efectuado durante estos 10 años no sirve para nada», señaló. Por otro lado, la entidad recordó la ilegalidad del PGOU aprobado provisionalmente en julio de 2010 obviando aplicar «la Ley de Evaluación Ambiental estratégica de 2006, el texto refundido de la Ley del Suelo, la Ley de Contaminación Acústica, el Patricova, la Ley de Golf y la LUV que eran y son de aplicación tal como alegó la asociación de vecinos afectados Camí Vell». A juicio de este colectivo hay responsabilidades que deben ser depuradas por quienes impusieron su Plan General «y que deben rendir cuentas de los 10 años de desarrollo que Peñíscola ha perdido, de los más de 600.000 euros pagados al equipo redactor, de los viajes que no han servido para nada» y se preguntan si el edil de Urbanismo «merece seguir cobrando 14 pagas de 4.213 euros al mes para esto».

La rueda de prensa de la entidad vecinal fue especialmente dura al reprocharles «los 10 años de inseguridad jurídica y los inversores que han rechazado invertir aquí porque Peñíscola tiene un PGOU preconstitucional». En este sentido calificaron de «incompetentes» a los técnicos de Urbanismo, de quienes reclamaron que sean apartados de la redacción del PGOU y la apertura «inmediata» de sendos expedientes «para depurar las responsabilidades en las que hayan incurrido al equivocarse repetida y sistemáticamente», porque «no son de fiar», dijo.