El plazo de alegaciones contra la fase de exploración sísmica de las prospecciones petrolíferas en el entorno de la reserva marina de Columbretes (a 19 millas) cierra hoy con un aluvión sin precedentes de más de 2.000 escritos de alegación de particulares, plataformas vecinales, grupos ecologistas, partidos políticos, empresarios del sector turístico y ayuntamientos, según confirmaron ayer fuentes próximas a la Subdlegación del Gobierno.
Al cierre de esta edición, todavía eran muchos los colectivos que ultimaban sus escritos, entre ellos la plataforma vecinal del Grau que ha promovido la campaña «Columbretes Netes» y que hoy presentará otros 400 escritos. Los principales argumentos que constan en las diferentes alegaciones para oponerse al proyecto petrolífero son que generará un grave impacto ambiental sobre la reserva marina, reducirá las capturas de los pescadores (podría hacer huir a la población durante meses o años) y supondrá un riesgo de contaminación que podría dañar no sólo al ecosistema de esta zona protegida, sino también al sector turístico castellonense.
Así, la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castelló (Ashotur) y la Confederación de Empresarios de Castelló (CEC) han cerrado filas contra las prospecciones petrolíferas y advirtieron que el impacto negativo al turismo y al sector pesquero sería inasumible. A su modo de ver, además no aportará ninguna riqueza económica a la provincia de Castelló. El posible beneficio económico y la liberación de la dependencia energética de España es uno de los argumentos que esgrime el Gobierno para apoyar las prospecciones petrolíferas en el entorno de Les Illes Columbretes. Sin embargo, incluso las previsiones más optimistas de la multinacional Cairn Energy indican que el proyecto petrolífero apenas cubriría un 0,5% del consumo anual de petróleo de España. En términos de desarrollo económico, el proyecto petrolífero cuenta con la oposición del sector pesquero y del sector turístico castellonense, que juntos generan más de 21.000 empleos directos y hasta 50.000 indirectos, una cifra 16 veces superior a los 3.000 puestos de trabajo directos e indirectos que anunció en su día Cairn Energy.
Estas cifras y el riesgo para el medio ambiente no convencen en absoluto al sector turístico castellonense ni a las asociaciones de empresarios, que también cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Castelló.
La entidad local ha plantado cara al criterio del Gobierno (pese a estar ambos gobernados por el Partido Popular) y ha presentado escritos para solicitar la denegación de permisos y que, en caso contrario, se exija un aval económico millonario para compensar los posibles daños al ecosistema, al sector turístico y a los pescadores por el posible descenso de capturas.
Por su parte, la Generalitat Valenciana (también PP) ha presentado alegaciones para exigir más medidas de protección ambiental, pero ha suavizado la oposición que en su día mostró al Gobierno socialista y ahora da por consumado el trámite del Gobierno de Mariano Rajoy.
La multinacional Cairn Energy prevé ejecutar la fase sísmica de prospecciones petrolíferas junto a Columbretes (a 19 millas de la reserva) entre los meses de octubre de 2014 y febrero de 2015 en caso de que el Gobierno confirme la Declaración de Impacto Ambiental Favorable. No obstante, el estudio de impacto de la propia empresa admite que esta campaña sísmica puede dañar a la fauna de esta delicada reserva marina y provocar incluso su huida.
