El Ayuntamiento de Vila-real espera que el Consell mueva ficha cuanto antes para el cierre de la planta depuradora Vora Riu. Sin embargo, el portavoz del equipo de gobierno, Javier Serralvo, reclamó a los responsables autonómicos que hagan llegar a la ciudad los 5,5 millones de euros prometidos para la construcción de una nueva planta, y que incluso se llegó a licitar. Serralvo reclamó este dinero para la nueva planta o para adecuar la infraestructura actual y que el dinero restante también se entregue a la ciudad. Pero, sobre todo señaló «que lleguen porque ese dinero estaba adjudicado para Vila-real y no ha llegado aunque, por ejemplo, en Valencia sí se han hecho otras obras».

De hecho, esta infraestructura que lleva más de tres décadas en funcionamiento causa importantes molestias a los vecinos de la localidad vecina de Almassora, situada a escasos 200 metros de la depuradora, por los hedores que desprende. Se trata de una reivindicación histórica que la semana pasada motivó un encuentro entre las partes implicadas, los alcaldes de ambos municipios y la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) en Valencia. En el mismo, se alcanzó «un principio de acuerdo» para cerrar esta depuradora y que sirva como estación de bombeo aunque esta opción supone «una inversión importante» que se prolongará en el tiempo, según explicó el alcalde de Almassora, Vicente Casanova.

La alternativa propuesta sería hacer llegar las aguas de Vora Riu tanto a la estación mancomunada de Vila-real, Onda, Betxí y Les Alqueríes como a la que existe en la propia Almassora. Una opción que se considera «viable» al disponer ambas infraestructuras de la capacidad y la tecnología necesarias para ello.

Licitadas en el año 2008

La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda licitó las obras de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Vora Riu y del colector general de Vila-real, por valor de 14,4 millones de euros en 2008. Estas infraestructuras hubieran permitido duplicar la capacidad de la depuradora y aumentar la calidad del agua.

Esa primera fase hubiera supuesto tratar 8.000 metros cúbicos al día y dar servicio a 30.000 habitantes aunque la previsión era completar otras dos fases para admitir un caudal diario de 32.000 metros cúbicos y dar servicio a una población de 132.000 habitantes con un presupuesto global, de todas las obras a realizar, que ascendía a 40 millones.