El Gobierno ha asegurado que se está analizando a nivel técnico la relación concreta que puede existir entre la inyección de gas colchón en el subsuelo del proyecto Castor y la actividad sísmica detectada y que dicho análisis presenta una «enorme dificultad técnica» derivada de la imposibilidad de realizar observaciones directas del subsuelo.
A juicio del Ministerio de Industria, «parece prudente esperar a que se disponga de conclusiones definitivas sobre la seguridad del almacenamiento para las personas y el medio ambiente». Asimismo, el Gobierno destacó que, mientras tanto, continúa vigente la paralización de la actividad acordada mediante resolución del 26 de septiembre de 2013.
Así se desprende de una respuesta del Gobierno, fechada el pasado 23 de enero, al diputado de Compromís-Equo Joan Baldoví, quien presentó una serie de preguntas sobre los movimientos sísmicos en las comarcas del norte de Castelló, «haciéndose eco de cómo los municipios afectados en la provincia de Castelló denuncian el silencio del Gobierno sobre los estudios solicitados», señaló la formación política en un comunicado. Por ello, Baldoví preguntó qué fecha tenía prevista el Gobierno para entregar a los municipios afectados los estudios técnicos que anunció hace dos meses sobre las causas de los 500 seísmos registrados.
El coportavoz de Compromís en las comarcas de Castellón, Carles Mulet manifestó que, de nuevo, «la improvisación y alegría con la que se permitió la tramitación evidencian grandes lagunas en previsión de potenciales riesgos, como ha sido el de la sismicidad». Además, lamentó que Industria siga resistiéndose a facilitar los informes técnicos sobre los riesgos sísmicos y sobre el futuro del almacén de gas subterráneo en el mar de Vinaròs.
