El aumento de los costes energéticos se ha convertido en uno de los principales lastres del tejido productivo y las empresas de Castelló se afanan en aplicar medidas de eficiencia para mitigar la tarifa eléctrica. Una jornada sobre el agua y la energía organizada ayer por el ayuntamiento y la concesionaria municipal de suministro del agua en la ciudad (Facsa) puso de manifiesto que la tarifa eléctrica ha crecido un 124 % en los usos industriales en los últimos cinco años.

Así lo expuso el jefe de mantenimiento de Facsa, Miguel Ortiz, en la ponencia que impartió sobre el «uso eficiente de energía en abastamiento de agua potable». Apuntó que este aumento se produce mientras el consumo de agua en la ciudad se mantiene estable. Y en Castelló se da la circunstancia, añadió, de que se trata de una urbe con importantes niveles de consumo de agua al depender su suministro de acuíferos subterráneos. Para aliviar este desfase, una de las principales iniciativas que lleva a término el grupo empresarial consiste en reducir la respuesta ante las situación de fugas. Facsa ha mejorado su tiempo de respuesta a través del sistema de control. También optimiza los trabajos de bombeo en los pozos.

El presidente de la empresa, Enrique Gimeno, abundó que «tanto el ayuntamiento como Facsa hemos apostado por la continua renovación de equipos e instalaciones, con el fin de optimizar costes energéticos y económicos».

Más concienciación

El director de la cátedra BP de eficiencia energética de la Universitat Jaume I, Enrique Belenguer, disertó sobre el consumo de energía y agua desde el punto de vista doméstico. Explicó las semejanzas entre el uso de estos dos bienes de primera necesidad y señaló que en su consumo incide la falta de información sobre el precio que se paga y la cantidad consumida por el ciudadano. También indicó que el mercado eléctrico tiene «serias disfunciones». «La más importante es que hay poca competencia», sostuvo. .

En aras de lograr un uso más racional tanto de la luz como del agua, el responsable de la cátedra abogó por concretar mejor la información en la factura, por ejemplo, introduciendo aplicaciones de tiempo real en la misma. También apostó por incrementar la formación de los usuarios con campañas informativas que divulguen consejos de ahorro. «Las actuaciones que más efecto tienen sobre el consumo son la realimentación directa y la motivación social», subrayó. Por último, defendió una mejora de la regularización de los mercados. En su opinión, «las tarifas deben reflejar los costes reales».

Por su parte, el representante de Iberdrola, Fernando Moreno, explicó el sistema de explotación hidroeléctricos de Cortes-La Muela; Josep Giner, del grupo Rema Medio Ambiente, abordó «la huella de carbono, la huella hídrica y huella ambiental»; mientras Ana Montero y José Manuel Navarro, del Instituto Aragonés del Agua, desgranaron cómo se genera energía en instalaciones aisladas.

«Castelló de ejemplo»

La vicealcaldesa, Marta Gallén, resaltó que el «ayuntamiento ha apostado en los últimos años de manera decidida por políticas de eficiencia en agua y energía». «Uno de los ejemplos más claros de estas buenas prácticas lo tenemos con la introducción del ciclo integral del agua, en el que Facsa es pionera y que permite hacer un uso más racional. Desde el uso doméstico, pasando por la depuración de aguas residuales y la reutilización en el riego de parques y jardines, fuentes y limpieza viaria», explicó Gallén, quien remarcó que «Castelló está sirviendo de ejemplo».