Agentes de la Guardia Civil han imputado a un hombre, que ejercía como responsable de la gestión de la caza de cabra hispánica en diversos cotos de la provincia de Castelló, como supuesto autor de un delito contra la fauna. El hombre, vecino de la capital de la Plana, guardaba en una caseta de piedra ubicada en la zona de la Vallibona una gran cantidad de ejemplares de cabra hispánica que supuestamente habían sido cazados, pero que carecían de los correspondientes precintos crotálicos identificativos.

Según informaron ayer fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Castelló en un comunicado, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Benemérita inició una investigación ante la sospecha de que el ahora imputado pudiera tener diversos ejemplares de cabra hispánica de forma presuntamente irregular.

Los agentes sospechaban que el acusado podía haber ocultado varios animales que habían cazados sin identificar para su posterior comercialización, careciendo de los correspondientes precintos que la normativa obliga a colocar cuando se cazan de este tipo de animales.

Para comprobar estos hechos, varios agentes se desplazaron hasta la finca que era propiedad del sospechoso, situada en la zona de la Vallibona. Durante la inspección hallaron en el interior de un cobertizo de piedra seca cuatro congeladores en cuyo interior encontraron numerosos restos de cabra hispánica que no tenían los correspondientes precintos obligatorios. En concreto, los agentes localizaron los cuerpos de cuatro machos completos y diez cabezas de cabra hispánica.

Por ello, procedieron a la imputación de este hombre, de 48 años, nacionalidad española y vecino de Castelló, como supuesto autor de un delito contra la fauna. Los animales intervenidos fueron remitidos al Laboratorio de Ecotoxicología Forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia para su estudio y emisión del correspondiente informe. El Juzgado de Vinaròs se ha hecho cargo del caso.