Dentro de los cursos de verano que organiza la Universitat Jaume I, se encuentra el curso «Mindfulness y bienestar: introducción a los tratamientos psicológicos basados en mindfulness» organizado por los profesores Ausiàs Cebolla i Martí y Daniel Campos Bacas, del Departament de Psicología Bàsica, Clínica i Psicobiología.

El mindfulness es una técnica eficaz contra la depresión, la ansiedad o el estrés y mejora la satisfacción con la vida. El profesor Cebolla explicó que el ser humano tiene tendencia a generar pensamientos sin reflexión, que no permiten a la persona que los produce tomar una distancia crítica con el momento que está viviendo, y le generan malestar y estrés. Frente a esa actitud, el mindfulness propone prestar atención al presente sin juzgar y sin evaluar. En concreto se basa en concentrarse para percibir las sensaciones corporales, sensoriales y mentales que se están experimentando con curiosidad y aceptación, sin tratar de evaluarlas ni de juzgarlas. «La gente es menos feliz cuando su mente divaga. Es más feliz cuando conecta con el presente» ha señalado.

Apto para todas las personas

Cebolla desmintió que éste sea un método solo para personas tranquilas. «El mindfulness es un rasgo que está presente en todas las personas aunque puede darse en mayor o menor medida puesto que está relacionado con rasgos de personalidad, la regulación de la emoción y el control de la atención», indicó Cebolla. No obstante, añadió que la técnica del mindfulness «se puede entrenar y aumentar», puesto que es un estado que se alcanza con la práctica. El objetivo es tomar conciencia de cómo los pensamientos y emociones pasan de largo sin que la persona se identifique con ellos y en el que se tiene conciencia de las sensaciones del cuerpo. Para lograrlo hay que practicar la meditación, focalizando la atención en la respiración, aunque Cebolla advirtió que el mindfulness «no es igual a meditar». Lo ideal es que llegue a ser una práctica informal que se realice en la vida cotidiana.

Cebolla presentó estudios que avalan la eficacia del mindfulness contra la depresión, la ansiedad o la reducción del estrés. Recordó que también es beneficioso para las personas que no padecen ninguna patología puesto que mejora la satisfacción con la vida, las relaciones personales y aumenta la empatía y el afecto positivo.

Finalmente, Cebolla advirtió que el mindfulness no es una panacea y que no puede sustituir otros tratamientos.