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El FIB alcanza el 20º aniversario

Hoy empieza en Benicàssim una nueva edición del FIB James y Ellie Goulding, principales reclamos de la jornada inaugural - La organización espera la asistencia de unas 30.000 personas diarias

El FIB alcanza el 20º aniversario

Como todo aquello que se convierte en símbolo y referencia, el Festival Internacional de Benicàssim, que celebra desde hoy su vigésima edición, levanta a su alrededor y en cada movimiento una polvareda de detractores y aduladores a partes iguales. El FIB a menudo se parece demasiado al fútbol: todo el mundo regala su opinión y nadie tiene realmente mucha idea. También es futbolística su separación de grano y paja. Como en el fútbol, en el FIB lo que merece de veras la pena se desarrolla en las gradas y en los límites del terreno de juego. En concreto, entre un escenario y otro. Desde las 18.30 horas y hasta bien entrada la madrugada, hoy, habrá dos en rendimiento. El principal, el Maravillas, con James, Klaxons, Ellie Goulding y Tinie Tempah abarcando el horario estelar; y el secundario, el FIB Club, que completa la escueta programación de la primera jornada, con irreverencias patrias de bolsillo, como Gaf y la Estrella de la Muerte.

Cada verano, el FIB es siempre lo mismo y es siempre distinto. Lo mismo, el ejército adolescente británico: ellas, réplicas dominantes de Ellies Gouldings por todas partes; ellos, fiel catálogo de Rooneys de marca blanca y piel rosada, la cerveza en mano y la sonrisa en boca, más ruido que nueces generalmente. Lo mismo, las hileras nómadas de fibers: del camping a la playa, de la playa al recinto, del recinto al camping y vuelta a empezar. Lo mismo, el abanico de ingenios del mercadeo local, más o menos acorde a la legislación vigente, dispuesto a hacer su agosto en pleno julio. Lo mismo, al fondo y en el fondo: la seguridad de tropezar por inercia con un puñado de conciertos a la altura del legado y la reputación del festival, condenado eternamente a evocar tiempos pasados con nostalgia, víctima de los ecos de su sideral y propio éxito reciente.

Distinto: la capacidad indiscutible del FIB para renovar su joven clientela, la conveniencia de volver a verlo todo cada vez desde los ojos del adolescente que cada año lo prueba; el relevo en esta ocasión también en el accionariado del festival, pretendido punto de inflexión para enterrar las sabidas penurias económicas, con Melvin Benn de nuevo director. Distinto: el desembarco en el pueblo con los conciertos de avanzadilla, el jaleado Rock this Town benicense.

Distinto y lo de siempre, local e internacional, el FIB se aferra en su aniversario a la supervivencia. Empieza hoy y acaba el domingo. Los nombres de Kasabian, Tame Impala, Manic Street Preachers, Lily Allen, The Libertines, Jake Bugg, Paul Weller, Ingrosso, Paolo Nutini, M.I.A, Alesso y Travis sobresalen en el cartel en letras grandes. Hay más. Alrededor de 8o artistas en cuatro días de turismo, cultura y ocio. Al cabo, pese a todo y gracias a todo, por vigésimo año consecutivo: Benicàssim.

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