Los cálculos de los expertos valencianos y de la Conselleria de Hacienda a la hora de cifrar el dinero que deja de recibir la C. Valenciana por no gozar de la misma financiación por habitante que el resto se han quedado cortos. Si hasta ahora se hablaba de unos mil millones de infrafinanciación (hace dos semanas la conselleria estimó en 1.022 millones el desfase en 2012), los expertos del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para el análisis de las balanzas fiscales elevan el agravio valenciano hasta los 1.893 millones. El dato surge de un informe de los mismos expertos algo más amplio y al margen del difundido el jueves por el ministerio sobre las balanzas fiscales en el que se incluía el cálculo, en millones, de los desfases que genera el sistema de financiación en las comunidades. Esto es, quién está sobrefinanciado y quién infrafinanciado. Y cuánto. Esa parte, que habría supuesto una bomba en pleno debate sobre la financiación autonómica, no fue asumida por el Ministerio de Hacienda, que difundió una versión reducida sin el cuadro con los desajustes.
De hecho, el informe del ministerio, que presentó el economista Ángel de la Fuente, es un «pdf» de 43 páginas con el título «informe corto ministerio». La versión larga, sin embargo, solo tiene 61 páginas y, bajo el título de «Un sistema de cuentas públicas territorializadas para España», está disponible en la fundación Fedea, que dirige De la Fuente. Además de éste, lo firman Ezequiel Uriel y Ramón Barberá, «con la colaboración de José Luis Fernández y Carlos Herrero (Ministerio de Hacienda)». El que hizo público el ministerio y que viene rubricado por éste es un resumen del anterior, con párrafos calcados. Por ejemplo, en el capítulo que aborda la financiación regional. El mismo texto y los mismos cuadros hasta que se adentra en el análisis del «efecto» que las «disfunciones» del sistema de financiación genera en los saldos fiscales.
En el «informe corto ministerio» desparece toda esta parte, en la que se cuantifica lo que ganarían o perderían las comunidades de tener los mismos fondos per cápita. Todo apunta a que el ministerio omitió esa parte para no calentar más el ya enrarecido clima entre las regiones y no dar alas a las autonomías malparadas, como la valenciana o Cataluña, que pierde en el reparto 994 millones. Como explicó De la Fuente, las balanzas fiscales no reflejan en general maltrato o favoritismo: pagan más los territorios más ricos. Otra cosa es la financiación. De haberlos incluido, sería datos asumidos por el ministerio; así son cálculos de los expertos.
Las cifras desvelan que la más perjudicada es la C. Valenciana, con una pérdida anual de 1.893 millones, que representa además el 93,8 % de su saldo fiscal negativo (-2.018 millones). Le sigue Andalucía, que pierde 1.687 millones, si bien tiene un saldo fiscal positivo de 7.421 millones; seguida de Cataluña, con los citados 994 millones y un déficit fiscal de 8.455 millones; Baleares, que pierde 492 millones y aporta 1.483 millones más de lo que recibe del Estado; y Madrid, con 365 millones y un déficit fiscal de 16.723 millones. Murcia (-343), Castilla-La Mancha (-293) y Galicia (-84) también están por debajo de la media. En el polo opuesto, el más sobrefinanciado es el País Vasco, con 4.455 millones y saldo fiscal positivo de 1.576; seguido de Navarra, 1.133; Ceuta y Melilla, 363; Cantabria, 181; Extremadura, 140; Castilla y León, 137; La Rioja, 118; Aragón, 62; y Asturias, la única en la media.
El caso de Valencia
El informe largo explica que a menudo coinciden infrafinanciación y saldo fiscal positivo, lo que abunda en que «no existe una relación sistemática» entre ambos, aunque «hay también ocasiones en las que las disparidades en financiación por habitante ajustado explican una parte significativa de saldos fiscales que en algunos casos habría que considerar anómalos». «En el caso de Valencia prosigue, igualar la financiación por habitante ajustado de la comunidad con la media nacional bastaría para eliminar más del 90 % de su déficit fiscal». En Baleares y Cataluña, dice, estaría entre el 12 % y el 33 %. En cambio, en las dos forales la igualación a la media en financiación «eliminaría sobradamente el sorprendente superávit fiscal». Toda esta parte no está en el informe que el ministerio hizo público.
