Un auténtico arsenal, o más bien un hipermercado armamentístico de confianza a espaldas de la ley. Eso es lo que los agentes de la Guardia Civil de Castelló han logrado desarticular tras una investigación que se ha alargado durante cinco años. Los destinatarios eran cazadores que buscaban munición fuera de los cupos legales. Sin embargo, los agentes tratan de aclarar si parte del material pudiera haber sido facilitado a personas relacionadas con el mundo de la delincuencia.

Detrás de la «Operación Gravilla» se encuentra una de las acciones más importantes contra el tráfico de armas en España, y según fuentes de la Guardia Civil de Castelló, ha sido «muy laboriosa».

Los arrestados son dos vecinos de Castelló y la población de Almassora, de 48 y 60 años, y ambos de nacionalidad española. Desde el cuerpo de seguridad no confirmaron el lugar exacto en el que se guardaba el material incautado.

Nueve años de investigación

El subdelegado del gobierno en Castelló, David Barelles, atendió ayer a Levante-EMV y explicó que las investigaciones comenzaron en 2005 y que en principio «todo el material incautado iba destinado a la práctica de la caza». Según Barelles, la normativa limita a cada cazador a un número determinado de munición, por lo que recurrían a estos hombres para comprar o recargar cartuchos. Como confirmó, el material era comprado en el extranjero.

Así, los agentes de la Benemérita comenzaron las investigaciones tras tener conocimiento de que algunas personas estaban tratado de vender munición en el mercado negro de armas con un precio inferior al que tiene.

De este modo, comenzaron los trabajos para tratar de identificar y localizar a los presuntos vendedores de munición. Sin embargo, como luego descubrirían los agentes, no sólo acumulaban ingentes cantidades de munición.

Los agentes de la Guardia Civil de Castelló localizaron a los dos sospechosos y establecieron un operativo cuyo objetivo era vigilarles para así analizar sus movimientos, localizar aquellos inmuebles a los que se desplazaban y sus itinerarios.

Finalmente, cuando tuvieron los suficientes indicios de que ambos hombres estaban incurriendo en un posible delito fueron detenidos fueron detenidos la semana pasada. Se les acusa de tráfico de armas y explosivos, así como de falsificación de documentos públicos y blanqueo de capitales.

A continuación, los investigadores realizaron registros domiciliarios en cinco inmuebles de la provincia de Castelló, si bien no ha trascendido en qué municipios se encontraban.

Máquinas para recargar

Durante los registros, los guardias fueron almacenando un verdadero arsenal compuesto tanto por armas de fuego como por munición. Los detenidos contaban con 25 armas de fuego, entre las que había desde pistolas a revólveres de diferente calibre, además de carabinas.

Asimismo, tenían en su poder nada más y nada menos que 30.000 cartuchos de diferentes calibres, y munición de guerra. Entre la munición que podían ofrecer, había también con características prohibidas en España, como son las de punta hueca y las subsónicas.

Los agentes localizaron en los registros un silenciador, 20 kilos de pólvora, además de varias defensas o armas de reducción, una de ellas eléctrica, también conocida como taser.

También tenían 55.000 pistones, lo que sumado a las cinco máquinas halladas para la recarga de cartuchería metálica (proyectiles metálicos), apunta que los detenidos se dedicaban a preparar cartuchos para su uso y venta en el mercado negro. Del mismo modo, la Guardia Civil se incautó de hasta 13.000 euros en efectivo, un ordenador y numerosa documentación.

Estos dos últimos elementos serán clave en la evolución de las investigaciones. Los agentes están tratando de aclarar si el material incautado estaba dispuesto para ser vendido o si ya había sido usado en algún delito. Como añadía el subdelegado del Gobierno en Castelló, «lo más preocupante es saber si esta munición ha llegado también a los círculos de delincuentes».

Fuentes del cuerpo de seguridad apuntan a que estos dos españoles detenidos podrían ser clave en otras investigaciones relacionadas con el tráfico de armas tanto en España como en el mercado internacional.

Por ello, podrían efectuarse nuevas detenciones en un futuro relacionadas con este caso de venta ilegal. Los detenidos fueron puestos a disposición judicial en el juzgado número de tres de Castelló.