Castelló ensalzó ayer la unidad del valenciano y catalán y la justicia social con las distinciones al romanista Germà Colón y al padre Ricardo García, que fueron nombrados hijo predilecto e hijo adoptivo respectivamente.

En un solemne acto en el salón de plenos presentado por el cronista de la ciudad, Antoni Gascó, la corporación municipal reconoció la trayectoria de las dos figuras, quienes estuvieron arropadas por familiares, amigos y autoridades. El rector de la Universitat Jaume I, Vicent Climent, glosó a Germà Colón, y el director de Cáritas-Diocesana de Castelló, Juan Manuel Aragonés, al sacerdote.

Germà Colòn, nacido en 1928 en Castelló, es uno de los lingüísticas en filología románica más destacados a nivel mundial y es un referente en el universo lingüístico valenciano-catalán. Ha sido nombrado doctor Honoris Causa por las tres universidades públicas valencianas, entre otros reconocimientos. El rector de la UJI destacó que con su distinción Castelló «reafirma la unidad de la lengua», que nunca se ha cuestionado, dijo, desde las comunidades académica y científica, y tildó «de actitudes ignorantes e incívicas» las posiciones partidarias del secesionismo lingüístico.

En su parlamento, Colón afirmó sentirse «profeta en mi tierra» y realizó una disquisición etimológica sobre los diferentes usos en valenciano de la palabra bacalao - «abaejo» o «bacallà»-.

Por su parte, el director de Cáritas destacó la dedicación del padre Ricardo (1930, Forcall) con los más desfavorecidos. Desde 1979 ha trabajado con las personas marginales. Primero en los barrios de Tombatossals, San Agustín y San Marcos, y posteriomente en el albergue de transeúntes, a través del que creó La Obra Social de Integración. Aragonés destacó su implicación «con la justicia social» que, en alguna ocasión, recordó, ha puesto en riesgo su vida.

El padre Ricardo, con un estado delicado de salud, ofreció con dificultades un breve discurso en el que agradeció el galardón y mostró las cicatrices de su trabajo social. «Llevo en el corazón una carga de injusticia y dolor», manifestó.

El alcalde, Alfonso Bataller, también alabó las virtudes de Germà Colón y del padre Ricardo. La concesión para ambos fue acordada por unanimidad por las cuatro fuerzas políticas.