Orpesa anunció ayer el inicio de sus fiestas patronales en honor a la Mare de Déu de la Paciència con el tradicional Pregó de festes. Vecinos y visitantes salieron a la calle para participar en un acto que reunió a numerosas asociaciones, peñas y entidades locales. No faltaron Fet a Mà, las Amas de Casa, La Barraca o la Cuadra del Mar. Luis Peris ejerció de pregonero por segundo año consecutivo.

En el desfile participaron la Escola de Danses Orpesa, la Colla de tabaleters i dolçainers L'Embolic de Orpesa, la Unió Musical de Orpesa, la colla de zancudos Els Babarots de Alcalà de Xivert, la Associació Cultural Tambors de l'Alcora, el Grup de Danses La Nova Escola de Castelló o Drap de drac. Además, salieron muchos vecinos en carrozas con recreaciones de lugares típicos de Orpesa como el Pou del Ravalet o el campanario.

También estuvieron presentes las reinas de las fiestas y damas de honor de Benicarló, Peñíscola, Vall d'Alba, Borriol, Vila-real, Nules, Vilafamés, Xilxes, Torreblanca, la Vilavella y Albocàsser, así como de las comisiones de Orpesa de los años 1989 y 2013. En la última carroza iba la reina de las fiestas María Rodrigo, sus damas de honor Claudia Simarro y Clara Humanes y sus acompañantes Ramón Fernández, Roger Fabregat y Raymon Iuhasz. El palco presidencial contó con la presencia del alcalde de Orpesa, Rafael Albert, así como miembros de la corporación y representantes de los municipios participantes. Para finalizar, María Rodrigo animó a los vecinos a participar en los festejos. Por la noche se celebró la tradicional bajada de la Mare de Déu de la Paciència desde la iglesia del casco antiguo hasta la parroquia de Sant Jaume, donde hoy se celebrará su coronación canónica. Por la tarde volverá al casco antiguo en procesión.

50 carcasas

El lanzamiento de las carcasas conmemorativas por la vuelta de la Mare de Déu de la Paciència a Orpesa fue este año especial, ya que se cumplían 50 años desde que un grupo de vecinos la trajeron de vuelta de un monasterio de Valencia en 1964.

El acto, que tradicionalmente se celebraba en el casco antiguo, se trasladó a la calle Ramón y Cajal para recordar el lugar que pisó la patrona por primera vez cuando regresó hace justamente medio siglo a la localidad castellonense.

El máximo representante del consistorio en aquel año fue Vicente Gauchía, que ayer fue el encargado de descubrir junto al alcalde, Rafael Albert, acompañados por la reina de las fiestas, María Rodrigo, una placa conmemorativa encargada especialmente para esta efeméride.

A su vez, Albert impuso al ex primer teniente de alcalde de Orpesa ,Vicente Gauchía, una cinta conmemorativa con el escudo de la localidad como recuerdo de este acto, que reunió a numerosos vecinos y visitantes.

A su vez, también se dispararon un total de 50 carcasas, una por cada uno de los años que ha transcurrido desde que la Mare de Déu de la Paciència volvió a Orpesa. Seguidamente, la comisión de Fiestas pasó las cintas conmemorativas por el manto de la imagen antes de repartirlas entre los residentes, que se acercaron hasta el palco para recogerlas.