«Un viaje de mil millas comienza con el primer paso». Así se inicia el diario de Juan José López y Anna Luna, dos aventureros que han cumplido el sueño de muchos: dar la vuelta al mundo. Un viaje que han sabido marinar con buena gastronomía. Durante once meses, esta aventurera pareja ha recorrido varios miles de kilómetros, visitado veinte países, utilizado todos los medios de transportes que existen, realizado 50.000 fotos y degustado una buena muestra culinaria mundial. Han conocido el mundo a través de la comida.
Él, de 45 años y de Castelló, ha trabajado como director de Marketing y profesor asociado de la Universitat Jaume I (UJI). Ella, de 35, es catalana y ha trabajado de directora en centros comerciales. Benicàssim fue el municipio que les unió hace un tiempo y, tras compartir la misma ilusión por emprender un nuevo reto, decidieron hacerlo realidad. De eso, hace ya un año. Partieron un 4 de noviembre de 2013 después de varios meses preparándose las rutas, aunque muy superficialmente. «Contratamos lo básico y señalamos los países a los que íbamos a ir pero durante toda esta aventura ha primado la improvisación, nos hemos ido adaptando al lugar que visitábamos y siempre bajo el hilo conductor de la gastronomía», explica la catalana.
El primer lugar en pisar fue Dubai (Emiratos Árabes Unidos) donde hicieron escala para ir a Malasia. Allí fueron acogidos por Abi, con quien ya acordaron su estancia a través de la comunidad de viajeros por internet Coachsurfing. «Además, Abi era amante de la cocina. Le explicamos nuestro proyecto y no dudó esa misma noche en colaborar en la grabación de una vídeo receta para nuestra web», relata Juan José.
Detrás de Malasia vienen una veintena de países donde la pareja ha degustado los platos más típicos. Su ruta por Asia se completó con estancias en Brunéi, Tailandia, Laos, Camboya, Vietnam, China, Nepal, India, Singapur e Indonesia. De ahí, saltaron a Oceanía, donde visitaron Australia y Nueva Zelanda. Y a continuación, América. Estados Unidos, Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Brasil fueron otros de los países que completan este espectacular viaje.
En cada lugar han participado en cursos de cocina, han cocinado para ellos, han experimentado con los alimentos de la tierra e incluso han exhibido los mejores platos de España. «También nos arrancamos con una tortilla de patatas y una paella», asegura Anna.
En Nepal probaron el «dal bhat», los «noodles» y los «momos» de pollo. También han degustado los «momos de yak» en el Tíbet, la «causa» de Perú y los rollitos de primavera rellenos de verdura de Laos, además de la «samosa» de la India. Y esto es solo una pequeña muestra de los alimentos que les han hecho conocer las costumbres y el estilo de vida de cada lugar.
Para esta aventura, Juan José y Anna se han gastado 14.000 euros cada uno y, después de la grata experiencia, aseguran que ya están ahorrando para demostrar el falso dicho de que segundas partes nunca fueron buenas. Ahora, se encuentran descansando en Castelló pero en breve se pondrán a trabajar en lo que será su próximo reto.
